Muy acertado el comentario según el cual "el producto más elaborado del capitalismo, es el pobre de derecha". Es así como el arma más poderosa que tiene la burguesía es la ideología; a tal punto que algunos pobres están dispuestos a la violencia verbal y física, y aún hasta matar, con tal de mantener satisfecho a su patrón.
Por esto son capaces de trenzarse en rabiosas discusiones en defensa de los intereses y planteamientos de éste. Mientras los pobres se exponen, a los ricos les suena la caja registradora en su mansión cada que un carro pasa por un peaje, igualmente, los dineros van a parar a los bolsillos de particulares, cada que alguien paga el 19 por ciento del IVA y demás contribuciones. Es una delicia para ellos.
Es tal la sumisión que, los ricos no sólo controlan la vida de los pobres, sino que también les establecen por quién tienen que votar. Una cosa es que, por medio de la violencia, obliguen a las personas a depositar un voto por un candidato y otra, el que voluntariamente un oprimido apoye a un político que habrá de legislar en contra de sí mismo y en perjuicio de toda la población empobrecida.
Esta misma situación, ocurre en el campo internacional, en el cual, por medio de las guerras y bloqueos, las élites mundiales se enriquecen sobre el dolor y las carencias de las poblaciones que son intencionalmente involucradas en conflictos.
En todas las confrontaciones, se busca que las élites estén protegidas, salgan ilesas, beneficiadas y con ganancias. Los muertos los ponen los pobres. En lo local y mundial, encuentran personas que peleen por ellos. Ese es el peso de lo ideológico en las sociedades.
Los pobres de derecha, que discuten, que agreden a los opositores del patrón, que le encubren los crímenes, conforman la primera línea de la oligarquía, de los corruptos y magnates. Serán borrados de la historia, por las luchas justas de los oprimidos del mundo.
