En esta quinta emisión de 'Conversando con Correa. Golpes de Estado', Maduro repasó momentos que han marcado la historia reciente venezolana, como el golpe de Estado contra Hugo Chávez en 2002 y la respuesta cívico-militar para regresarlo al poder y la alianza de los medios de comunicación con los sectores de la élite económica y política.
El jefe de Estado también habló de las dos elecciones en las que ha resultado ganador, así como de la autoproclamación del exdiputado opositor Juan Guaidó en 2019, el intento de invasión coordinado desde Colombia en 2020 y el recrudecimiento de las sanciones contra Venezuela.
Guerra mediática permanente
El mandatario explicó que "nosotros tenemos 24 años de un proceso revolucionario que al pasar del tiempo, buscar los grandes cambios que la sociedad reclamó", se encontró de frente con el bloque hegemónico de las clases dominantes, a las cuales "no les importó la democracia, no les importo el voto, no les importó instituciones" y desde muy pronto empezaron a conspirar contra el comandante Chávez y contra todo el proceso de cambio que él empezó en Venezuela.
Recordó que ya con la llegada de George W. Bush a la presidencia estadounidense comenzó una escalada de enfrentamientos, comenzaron "los discursos sembradores de odio, los discursos de intolerancia política, los discursos llamando a la ruptura del orden constitucional".
Del mismo modo, explicó que todo eso vino aparejado con una "gran conspiración internacional" y "una campaña mundial mediática" en contra de la Revolución bolivariana que, aunque fue denunciada en varias instancias en aquella época, el año 2001-2002, no logró parar el golpe de Estado.
También destaca que la conducta de la derecha venezolana, apoyada por EE.UU., siempre ha sido la de recurrir a la conspiración: "Cuando no pueden por la elección, recurren a la conspiración".
Explicando el mecanismo del intento de golpe de Estado de 2002 y la conspiración previa, el mandatario destaca que las viejas élites, que incluían grupos empresariales, cúpulas de los partidos políticos y dueños de medios de comunicación, "se reagruparon y crearon un escenario verdaderamente de esta desestabilización, del desgaste, y crearon las condiciones para que se viera lo que fue denunciado con tiempo".
El mandatario –al referirse a las acciones para deponer a Chávez y acabar con el proceso de cambio que inició– aseveró que, en el caso venezolano, se aplicó "el manual del perfecto golpe de Estado", que también fue utilizado contra el presidente Salvador Allende en Chile.
Recuerda que en la televisión y la radio del país, todas en manos de los sectores de la derecha, "las 24 horas del día, llegó un momento dado durante meses que dejaron de pasar las novelas, las comedias, que dejaron de pasar la programación normal", y en la programación diaria "todo era conspiración, informando sobre los movimientos de la derecha".
"En Venezuela se dio el primer golpe mediático de la historia de la humanidad, que afortunadamente fue derrotado por la fuerza del pueblo", lo que se conoce como la insurrección cívico-militar del 13 de abril de 2002, aseveró el mandatario venezolano.
Reconoció que, aunque sabían que "venía algo" y que descubrían conversaciones, documentos sobre planes para derrocar al líder revolucionario, el ataque contra la democracia les "sorprendió".
"Cuando se estaba dando el golpe de Estado, cuando se estaban llevando detenido al comandante Chávez, nosotros decíamos: '¡Esto no puede ser! ¿Por qué esto?'", dijo Maduro.
En esa línea, agregó: "El golpe de Estado para nosotros fue un despertar, de saber hasta dónde puede llegar el monstruo, como dijo Martí: 'He vivido las entrañas del monstruo y lo conozco'".
Después de Chávez
En la continuación de la entrevista, Nicolás Maduro hizo un repaso por el intento de "revuelta" cuando ganó por primera vez la presidencia, en 2013, así como por la autoproclamación de Guaidó y la incursión en el país suramericano de un "grupo de mercenarios entrenados por Iván Duque, expresidente de Colombia".
El presidente venezolano afirmó durante la conversación que el chavismo enfrentó "todos los formatos y todas las fórmulas de desestabilización" nacional e internacional, y que la oposición creyó que la muerte de Hugo Chávez "significaba el fin del proyecto bolivariano".
En su conversación con Correa, el jefe de Estado también se refirió a la "estrategia de derrocamiento" de Washington durante la Administración de Barack Obama, quien emitió un decreto que declaró a Venezuela como "amenaza extraordinaria contra la seguridad de EE.UU.". "Era el primer paso para abrir este camino de desestabilización", puntualizó.
Maduro recordó que en abril de 2015 habló con el entonces mandatario estadounidense en la Cumbre de las Américas y que Obama le expresó que el decreto había sido un "error" que iban a "arreglar".
"Y yo le dije: sí, pero Obama, fíjate en lo siguiente: tú lo podrás ver de manera ligera ahora, pero tú lo que hiciste es dejar allí un decreto donde dices que Venezuela es enemigo de EE.UU., [...] y ustedes saben que cuando ustedes toman este tipo de decretos es porque van a entrar casi en guerra con un país. El problema es quién viene después de ti'. Eso le dije en su momento, [fue] casi profético", aseveró el presidente venezolano.
En su opinión, la existencia de una "derecha pitiyanki" venezolana, sin valores, que luego contaminó toda la derecha latinoamericana, facilitó la imposición de medidas coercitivas unilaterales contra su propio país.
"Lo más doloroso fueron las consecuencias económicas. Perdimos por las sanciones económicas el 99 % de los ingresos de Venezuela. Pasamos de un año de 56.000 millones de dólares a otro de 700 millones de dólares. ¡Y cómo nos ha costado recuperar los ingresos en divisas! Pero ahí vamos, paso a paso", manifestó.
"El nacimiento de un mundo nuevo"
Finalmente, Maduro dijo que "están surgiendo corrientes de cambio muy poderosas en el mundo, parecieran irreversibles, el surgimiento de un mundo multipolar, el decline de las fuerzas de EE.UU. y de Occidente", que, en su opinión, son la cristalización de "un viejo sueño del libertador Simón Bolívar".
"Nosotros hablamos de un mundo multicéntrico, multipolar, un mundo sin hegemonismo, sin imperios. Pareciera que estamos acercándonos a ese mundo por el cual hemos luchado tanto en América Latina. Y allí, nosotros, Venezuela y, estoy seguro, América Latina, van a estar en la primera línea de batalla del nacimiento, del parto de ese mundo nuevo".