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Rusia en Latinoamérica: Poner Fin a la Hegemonía de Washington Hoy, en el concierto internacional, Estados Unidos y sus aliados buscan contrarrestar el creciente influjo que la federación rusa y la República Popular China impulsan en África, Asia y Latinoamérica. Esto, en materia de concretar una visión y práctica de una política multilateral, que rompa con la hegemonía, que desde el fin del campo socialista ha tenido a Washington y los suyos con un predominio, que ha significado unipolaridad, desestabilización, invasiones, agresiones y la muerte de millones de seres humanos.  Así ha sido desde la segunda guerra del Golfo el año 1991, que significó la primera invasión de Irak. La agresión a Serbia, la invasión y ocupación de Afganistán por dos décadas, nuevamente la guerra contra Irak el año 2003 que significó veinte años de ocupación. Siria desde el año 2011. La guerra contra Libia, su fragmentación y el asesinato de Muamar Gadafi el año 2011. Yemen atacada por una coalición direccionada por Washington y con Arabia saudí como ejecutor, guerra que se extiende ya por 8 años. Revoluciones de colores en ex países del campo socialista, golpes de estado como el de Ucrania el año 2014 con el objetivo de cercar a Rusia y al mismo aumentar la incorporación de países europeos a la organización del Tratado del Atlántico Norte -OTAN. 

 

Muchos años han pasado desde que Naciones Unidas aprobase su Plan para la partición de Palestina en 1947. Con supuesta buena fe, se pretendía dar respuesta al conflicto entre árabes y judíos en Palestina. La presión de la comunidad judía internacional y la mala conciencia de los actores, han hecho que aquel plan fuera un fracaso, como todos los acuerdos, pactos y hojas de ruta, que desde entonces se han venido produciendo. La historia se está encargando de demostrarlo.

La partición de la zona en dos estados, no contentó a ninguna de las partes. La Liga Árabe aprobó otra resolución que rechazaba frontalmente la de la ONU y en la que advertía que, para evitar la ejecución del plan de partición, emplearía todos los medios a su alcance, incluyendo la intervención armada. Reino Unido abandonó Palestina el 15 de mayo de 1948, un día después de que David Ben Gurión declarase la independencia de Israel. Todo fue un desastre. Desde entonces guerras, ocupaciones y sufrimiento. Una historia sin fin, que ha dejado a su paso demasiadas muertes.

Acostumbrados al desastre | Al Mayadeen Español 

Ya no hay conflictos pequeños y delicados en los cuales Europa se inmiscuya y estos la conllevan a mantenerla encendida en negociaciones obteniendo ganancias tras cada una de sus intervenciones. Originan trances en todos lados y tras esto intervienen para controlar e imponer sus métodos.

Trabajadores alemanes se suman en masa como algo normal a lo repetido en Francia, Italia, España o Londres; protestas. En todos lados estallan y sus calles a un solo grito reclaman respeto para sus reivindicaciones. Algunos en Europa creen que el nivel de conflictividad en que se meten es un favor que le hacen a otros.

Mientras en un juzgado de la ciudad de Nueva York la escritora E, Jean Carroll lanza el epitafio más fuerte escuchado en contra del candidato Donald Trump y con este entierra al enemigo de millones. El magnate multimillonario es delatado por sus destacadas desviaciones sexuales. A la escritora en su aguijada voz se le alcanzan a escuchar tres palabras: Trump me violó.

 

Contrariamente a la tesis de J.B. Say, economista francés del siglo XIX, la dinámica de la economía capitalista se sustenta en la fuerza de la demanda antes que en un comportamiento autónomo de la oferta.  Traducido a buen romance, esto significa que la producción de bienes y servicios únicamente tiene sentido si existe la posibilidad de colocarlos en el mercado. Esta lógica operativa se cumple para las distintas actividades económicas y, por supuesto, para el narcotráfico.

La demanda y el consumo de drogas psicoactivas tiene complejos –aunque identificables- orígenes en el funcionamiento  de las sociedades contemporáneas.

Expliquémonos. La mundialización del capitalismo, irresistible después del hundimiento de los socialismos burocráticos del Este europeo, ha tenido como principal consecuencia la difusión en extensión y profundidad de las reglas del mercado. Como se sabe, en una economía de mercado los nexos entre los

Un mundo multipolar y el dólar 

Hablar del dólar es hablar de la hegemonía-supremacía de Estados Unidos en tanto imperialismo global. La historia mundial corrobora esta afirmación en la medida en que, entre otros instrumentos de dominio, ha sido con esa moneda y su sistema financiero y monetario, desde Breton Woods, que ha asegurado y reproducido no sólo su geopolítica internacional, sino, además, las relaciones imperialismo/colonialismo/dependencia.

Cuando los mecanismos de esa relación fallan o se muestran insuficientes para mantenerla, entonces el Estado, el capital dominante y las burguesías imperialistas —con el contubernio de las lumpenburguesías y oligarquías de los países dependientes— activan desde la inducción de las crisis económicas, monetarias y financieras, las guerras de baja intensidad y los golpes de Estado (ortodoxos, blandos, parlamentarios o judiciales), hasta la intervención militar abierta para restablecer y mantener un estatu quo acorde con sus intereses globales y geopolíticos. A lo largo de su historia, América Latina, Asia y África han sido testigos y víctimas de ello, primero como colonias y, después, como países dependientes y subdesarrollados que, para sobrevivir, tienen que reproducir las relaciones imperialismo-dependencia-colonia en beneficio del intercambio desigual, la superexplotación del trabajo, de las transferencias de valor, de plusvalía y de riqueza hacia los centros capitalistas avanzados.