Félix María Serafín Sánchez de Samaniego Zabala, fue un fabulista español, que vivió de 1745 a 1801. Se encuentran referencias a este género literario en Mesopotamia, desde hace dos mil años antes de nuestra era; también la conocieron los habitantes de la antigua Grecia. Es un escrito corto en prosa o verso, que busca dejar una enseñanza o moraleja, dirigida principalmente a los niños.
Esta fábula del perro y el cocodrilo, fue escrita por Samaniego, hace más de doscientos años y sus enseñanzas siguen vigentes:
Bebiendo un perro en el Nilo,
al mismo tiempo corría.
"¡Bebe quieto!", le decía
un taimado cocodrilo.
Díjole el perro prudente:
"Dañoso es beber y andar;
pero, ¿es sano aguardar
a que me claves el diente?"
¡Oh; qué docto perro viejo!
yo venero su sentir
en esto de no seguir
del enemigo el consejo.
Las fábulas infantiles, con sus enseñanzas simples, permiten dar respuesta y formación política a las personas de derecha y a los tibios que, mandan mensajes respecto al momento histórico electoral en Colombia, con advertencias y comparaciones desenfocadas y descaradas, que toman como referencia a países hermanos que luchan heroicamente por su soberanía.
La derecha y los tibios no son muy confiables en el momento de opinar sobre el futuro del país. Es fácil apreciar en sus torpes y mentirosos discursos, la defensa de sus intereses mezquinos; cuando no es que recurren a amenazas y al uso de la violencia directa contra el pueblo. No sirven como consejeros ni como referencia.
El mundo está en crisis y se deben tener propuestas propias para afrontarlas exitosamente, de tal forma que se consigan formas de vida digna y sabrosa para las mayorías y no tengan que ser los pobres los que soporten las desgracias creadas por otros que se roban los recursos del país. Simple, el pueblo colombiano está capacitado para construir su futuro. No se debe seguir del enemigo el consejo.
Mayo 18 de 2022