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Mientras los miembros de la derecha, expresidentes, gremios, medios de comunicación, paramilitares, congresistas, funcionarios públicos, se unen para atacar al pueblo colombiano, a su gobierno y a su presidente, los diferentes grupos de izquierda luchan como camarillas para tomarse el partido unitario.

Hasta ahí llegan los conceptos revolucionarios, la democracia, la ética, la moral y la disciplina, el servir al pueblo, la pretendida lucha por la unidad; como consecuencia, los compañeros que integran a las diversas organizaciones, quedan reducidos a objetos manipulados, al servicio de intereses individualizados.

El propósito de muchos es, mediante un trabajo de zapa, llegar a la dirección para encabezar las listas para las elecciones del 2026. Por eso, no ven a los otros como compañeros aliados, sino como competencia y esto es uno de los principales atranques en la búsqueda de la unidad, que no será posible con personajes que encarnan estas pretensiones.

Mientras el pueblo, su gobierno y su presidente tienen que luchar contra la más sanguinaria oligarquía, las mafias del narcotráfico y de la corrupción, unidas a los intereses imperialistas, internamente también hay que luchar contra el oportunismo, que es mucho más grave porque primero hay que saber dónde se está parado y a quién se tiene al lado.

En el Manual de tolerancia, Héctor Abad Gómez dice que la política atrae a los mejores y a los peores hombres. En la naturaleza los organismos reproducen las condiciones que les permiten surgir; igual pasa en la política: aparecen para que prospere el bien o para continuar el mal.

Preocupa el porqué quieren llegar a los cargos administrativos a toda costa, si no es para servir al pueblo y al proceso del cambio. Son los que quieren seguir haciendo la política al estilo de la clase oligárquica tradicional, que tanto daño, atraso y desfalco le han hecho al país. Es la segunda oleada de políticos. Es la forma real del revisionismo: la presencia de la ideología burguesa en las filas revolucionarias.

Es preocupante entonces, pensar de qué personajes se van llenando los partidos si a las personas honestas y escrupulosas se les hace difícil moverse en un lodazal, además de que se les entorpece el camino. Es triste ver cómo por fuera de procesos asamblearios y estatutarios, algunas personas y funcionarios públicos en representación de la izquierda, buscan perpetuarse.

Se reproduce "la misma porquería". Tal como se está viendo en la actualidad en algunos frentes de gobierno, donde afloran los avivatos, acomodados en la confianza que se les otorga. Traidores. El proceso se fortalece depurándose. En el decir de los zapatistas, "la organización se construye abajo y a la izquierda".

En la época de la naciente república, la acción de camarillas provocó la llamada "Noche septembrina". Así se trunca la unidad y se imponen los intereses de grupos. Se reproduce la Patria Boba: se sabe que van a ser atacados, que divididos serán derrotados y, aun así, cada cual va por lo suyo en la actualidad.

Los intereses de grupos van a dar al traste con lo logrado hasta ahora. Si no se rompe esto, se ve muy mal el panorama para el 2026, con las terribles consecuencias de un retorno de la derecha al poder y su gobierno antipopular, reaccionario y de muerte.

A los nacientes caciques electorales de izquierda no les sirve una unidad donde no puedan manipular.

Estos son los grandes retos que tiene el pueblo colombiano, su gobierno, su presidente y todos los que quieren un cambio real en el país, que entienden la crisis social civilizatoria, las penurias de la población, el deterioro ambiental, para hacer de Colombia una verdadera potencia mundial de la vida, hasta que la dignidad se haga costumbre y en donde, en paz, las personas tengan derecho al pleno disfrute de su existencia.

Mayo 29 de 2024

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