Ese ha sido el grito de agitación de la derecha en Colombia; unos lo ven, sin mayores análisis, como una desgracia ante la cantidad de personas que han abandonado ese país; pero otros lo vemos como ejemplo y esperanza del bravo pueblo que lucha por su soberanía en medio de inmensas dificultades, tal como sucedió en el pasado cuando se dio la gesta libertadora de Suramérica.
En Venezuela, el comandante Hugo Chávez fue elegido democráticamente como presidente al ganar las elecciones de 1998 con el Movimiento V República y asumió la presidencia el 2 de febrero de 1999. Al perder el poder, la oligarquía venezolana ejecutó los más feroces ataques para entorpecer su gobierno, acciones que continúan en la actualidad.
En Colombia, Gustavo Petro fue elegido democráticamente como presidente al ganar las elecciones del 2022 con la coalición del Pacto Histórico y asumió la presidencia el 7 de agosto del mismo año. Al perder el poder, la narco oligarquía colombiana ha venido ejecutando los más feroces ataques para entorpecer su gobierno, acciones que de seguro continuarán.
La oligarquía venezolana soñaba que volvería al poder cuando el comandante Chávez terminara su periodo constitucional; igual sueña la de Colombia. Pero allá no fue así; el bravo pueblo patriota se afianzó. Luego dieron el golpe de estado el 11 de abril del 2002 y fracasaron. Lo mismo quieren hacer en Colombia.
Después vinieron los atentados, los sabotajes a la infraestructura, calentaron la calle con marchas y guarimbas, los bloqueos, el fomento del paramilitarismo, los llamados a la invasión imperial. Igual viene sucediendo en Colombia y se espera que se profundice.
En Venezuela conformaron la Mesa de la Unidad Democrática, como una coalición de partidos políticos que se oponen a las políticas del Partido Socialista Unido y a sus aliados del Gran Polo Patriótico. Igual, en Medellín, hablan de una mesa de unidad nacional para tumbar al presidente elegido democráticamente, al mismo tiempo que se impulsa el paramilitarismo, se convoca y preparan atentados contra la vida de Petro, de sus funcionarios y de sus seguidores y calientan la calle con marchas.
Todas estas acciones son similitudes que corresponden a la receta del golpe blando de la derecha internacional y que han aplicado en Libia, Yugoeslavia, Siria, Bolivia, Nicaragua, Honduras, Cuba, Brasil, Paraguay, Argentina, Venezuela, Colombia y seguirán aplicando para combatir las luchas de los pueblos del mundo por su libertad y soberanía y derecho a la existencia.
En Colombia vamos a volvernos como Venezuela: un bravo pueblo que lucha por su libertad, soberanía y derecho a la vida.
Palestina y los pueblos del mundo, triunfarán porque sus luchas son históricas, necesarias y justas.
Abril 26 de 2024