Aviso

 

La Defensoría del Pueblo documentó el asesinato de 78 líderes sociales, comunales o defensores de derechos humanos durante el primer semestre de 2021.

El defensor del Pueblo, Carlos Camargo, indicó que, “Debemos redoblar esfuerzos y tomar todas las medidas que sean necesarias para garantizar la integridad y la vida de los líderes sociales, comunales y defensores de derechos humanos”.

Asimismo, la Defensoría registró 407 conductas vulneratorias (que incluyen amenazas, atentados y homicidios) contra líderes sociales y defensores de derechos humanos, con un aumento de estas conductas a líderes ambientales, juveniles y servidores públicos.

En 2020 se dio el año desde la firma del acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC (2016) con más homicidios de líderes sociales, con un total de 182. En 2019 ocurrieron 134; en 2018, 178; en 2017, 126, y en 2016, 133.

 Hace unos días, la derechista Marta Lucía Ramírez, vicepresidenta de Colombia, se quejó de que su país «no debería estar en los titulares de todo el mundo por culpa de un puñado de sicarios y criminales». Pero es exactamente eso lo que está sucediendo, pues las noticias recientes revelaron que, de los 28 asesinos directamente involucrados en el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moïse, 26 eran colombianos. No es ninguna casualidad: es una consecuencia de la próspera industria de sicarios financiada por el Estado colombiano.

El ejército de Colombia recibe entrenamiento de las secciones más avanzadas de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. Con frecuencia, es subcontratado para proteger la propiedad privada de las empresas multinacionales, dirigir campañas de contrainsurgencia y realizar operaciones que involucran objetivos militares de alto valor. Estas ventajas comparativas hacen que el país lleve la delantera en el mercado internacional de sicarios.

 

La publicitada reunión privada del expresidente de Colombia Uribe Vélez rodeado de su familia y de todos los animales domésticos perros, gatos, marranos y caballos amansados que lo acompañan; con el sacerdote jesuita Francisco de Roux actualmente presidente de la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad de Colombia, quien estuvo todo el tiempo acompañado de los comisionados Lucía González y Leyner Palacios; celebrada este 17 de agosto de 2021, en su conocida hacienda sinuana del “ubérrimo”, programada mediáticamente con mucha antelación y con un guión escrito publicitado e impuesto de antemano por el entrevistado para dar “su” verdad ante tal Comisión; ha sido analizada desde muy variados ángulos:

Desde la Historia, ¡histórica! Desde la política, abrebocas electoral para el año entrante. Desde la literatura, el gamonal y el capellán de la hacienda. Desde la ética, dos hombres uno sub judice en espera de ser juzgado por la Corte Penal Internacional y otro un asceta pacifista master en economía de la Sorbona de París y en el London School of Economics. Desde la religión dos versiones del catolicismo, la del lefebvrismo integrista de la Tradición Familia y Propiedad enfrentado a la posmodernidad global de la poderosa y rica compañía de Jesús. Desde la filosofía, la verdad absoluta de la metafísica contra la verdad múltiple y compleja de la verdad posmoderna “de cada quien según su propia verdad”.

El Comité de Paro plantea 10 proyectos legislativos ante el Congreso donde destacan que uno de los objetivos es obtener más garantías en la protesta social. 

 

Las principales ciudades del país se dieron cita para el próximo 26 de agosto para respaldar proyectos que serán presentados al Congreso.

El Comité Nacional del Paro, en Colombia,  ha convocado a una nueva jornada de movilizaciones para la próxima semana en respaldo a los diez proyectos de ley que radicó el comité en el Congreso de la República, hace varias semanas.

La industria manufacturera experimentó un decrecimiento del 5.3 por ciento entre abril-junio. 

 

De acuerdo al DANE, entre las causas de la caída está la disminución de las exportaciones y el aumento de las importaciones.

El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) informó que este miércoles que el Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia decreció en un 2.4 por ciento en el segundo trimestre del año, reflejo entre otras variables, de la situación de inestabilidad que atraviesa ese país.

El director del DANE, Juan Daniel Oviedo, ahondó que entre las principales causas se encuentran la caída de las exportaciones en un 3.9 por ciento, y la disminución en materia de formación bruta de capital (18.3); aparejado a un aumento del 6.5 por ciento de las importaciones, y un tres por ciento en el gasto de consumo final.