Aviso

 

Los humanistas que luchamos por una nueva Colombia, exigimos un corazón grande, humilde, y generoso; por la Paz y la profundización de la democracia.

Desde el 28 de abril 2021,  nuestro país se estremece en una ola gigantesca de hombres,  mujeres, indígenas, campesinos y jóvenes rebozados de entusiasmo y alegría, y en canto rebelde acrisolado en las calles, en la barriada, en la universidad, en el parche juvenil.  Todos juntando las rebeldías por una nueva Colombia.

Hoy, las fuerzas democráticas y alternativas, en luz de esperanza y paz para Colombia, estamos convocadas a edificar el rumbo de nuestra historia, dejando a un lado las nimiedades y vanidades que históricamente no han permitido entregarle a nuestro pueblo el regalo más preciado, la paz, el amor y la ternura a los más débiles.

Es hora de que nuestras inteligencias  se junten en un colectivo de hermandad y unidad.  No hay campo para las intrigas, ni para conspirar a favor de los egos.  Pasemos a la historia como una generación de colombianos, quienes junto a la enérgica ánfora juvenil prendió la llama de la vida, la paz y la dignidad.

 

Colombia llega a sus 211 años de independencia, este 20 de julio, con un conflicto interno más vivo que nunca. Además del paro nacional que lleva más de dos meses, con 79 muertos y 346 desaparecidos, el gobierno de Iván Duque ha irrespetado los Acuerdos de Paz, firmados en 2016 con las FARC-EP y desde 2018 se levantó de la mesa de diálogo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

En los últimos cuatro años más de mil líderes sociales y excombatientes fueron asesinados, 60% durante el gobierno Duque. Sólo en 2021 se registraron 50 masacres y 28 exguerrilleros asesinados, según levantamiento del Instituto para el Desarrollo de la Paz (Indepaz).

En este contexto de violencia estructural, el ELN vuelve a insistir en la necesidad de diálogo. La guerrilla, que acaba de cambiar su comandancia general, con la renuncia por salud de Nicolás Rodríguez Bautista, alias “Gabino”, uno de los fundadores de la organización, y la asunción de Antonio García, como primer comandante, Pablo Beltrán y Pablo Marín como segundo y tercer comandante, respectivamente, analiza los desafíos para la paz en Colombia.

El pasado 28 de mayo comezaron masivas protestas en Colombia y desde este martes serán relanzadas en varias ciudades del país. 

El Comité del Paro presentará a su vez 10 proyectos de ley y la policía prepara un despliegue de 65.000 efectivos.

Las masivas movilizaciones que desde abril han tenido como escenario Colombia se retoman desde este martes, de acuerdo a una convocatoria del Comité Nacional del Paro, mientras la policía local prepara un dispositivo de más de 65.000 efectivos.

Ante la convocatoria, representantes de sectores sociales y populares de Colombia iniciaron en la mañana de este martes los primeros actos de protestas en las calles de las ciudades y poblados del país.

La manifestación contempla las tradicionales movilizaciones pacíficas, así como encuentros culturales, entre ellos, conciertos y coincide con el Día de la Independencia de Colombia y el inicio de un nuevo período legislativo.

A propósito de la nueva legislatura, el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y portavoz del Comité Nacional de Paro (CNP), Francisco Maltés, ha presentado 10 proyectos de ley que presentará a consideración del Congreso el miércoles.

Matarife 2 "Señor Masacre" Capítulo 1 - "El inicio" - YouTube

Inicia la segunda temporada. La persecución judicial en contra del autor y a la serie Matarife generan un duro debate en torno a la libertad de expresión. El país arde. La juventud se enfrenta al narcoestado. Daniel Mendoza Leal tiene aún muchas cosas por contar.

 

Con la preeminencia del “libre mercado” y del “todo se vale” para obtener riquezas en el curso de una intensa recolonización neoliberal impuesta por EEUU a un Haití intervenido, se crearon condiciones para expandir un poder putrefacto, que ahora recurrió a la eliminación de uno de sus capos: Jovenel Moise.

La suma MINUSTAH, Martelly y Moise estimuló el crecimiento de bandas armadas, mercenarios colombianos y armas procedentes de EEUU. En Haití actualmente existen 77 pandillas armadas y 500 mil armas modernas en manos de civiles, de las cuales solo 45 mil han sido legalizadas.

En esas bandas abundan ex-policías con fuertes conexiones  policiales y estatales. Las nueve más poderosas formaron una federación conocida como la G9, protegida por el presidente Moise, el Primer Ministro y la cúpula policial entrenada y “educada” por los Cascos Azules de la ONU, tutelados por la inteligencia del Pentágono.

En ese clima sórdido ha reinado la gansterización  de las instituciones, se han desarrollado choques sangrientos entre pandillas, masacres, feroces competencias inter-burguesas e inter-mafias, e intensas pugnas por el control del gobierno; provocando crecientes protestas populares y fuertes tendencias a la ingobernabilidad.