El respaldo dado por el congreso al ministro de defensa, cuestionado por la reciente masacre en el Putumayo, así como al comandante del ejército, por su participación en política con trinos contra el candidato presidencial alternativo, no se constituye en una sorpresa noticiosa para el país. No es más que la confirmación de que, el actual, es un gobierno enemigo del pueblo.
El pronunciamiento de empresarios y algunas organizaciones, en apoyo a los cuestionados, es tan sólo un otrosí que se le da a la política de guerra contra el pueblo, la cual se ha desarrollado durante los doscientos años de la época republicana. Por tanto, los sucesos en cuestión, no son hechos aislados y hacen parte de la cadena de crímenes con los que se reprime a la población colombiana.
La guerra se ejecuta desde los ámbitos ideológico, político, económico, administrativo, comunicacional y militar. Toma formas variadas, desde la opinión mediante un trino, hasta el asesinato aleve, acompañado con la revictimización.
Hasta en el terreno de las elecciones, la narcoderecha no descarta efectuar un fraude, hacer un atentado o dar un golpe militar, ante un muy posible triunfo de Gustavo Petro. Otra forma de la guerra contra el pueblo es cerrar cualquier salida electoral constitucional.
El comandante del ejército que opera en Colombia, no tiene el rudimento cerebral para organizar un golpe de estado, pero sí está acostumbrado a proceder con la suficiente brutalidad para intentarlo y para violentar cualquier derecho ciudadano.
El fuego de los hornos crematorios clandestinos y los soles de algunos generales, han oscurecido lo posible humano en Colombia. Los gobiernos cuya propuesta es la muerte, están siendo repudiados en todas partes del mundo. Igual habrá de pasar aquí, en el país de las masacres y de los crímenes de estado, que continúan a pesar de haberse firmado un acuerdo de paz, lo cual devela el carácter fascista del actual gobierno.
Pero nuevas y verdaderas luces se avizoran para las personas del país. Los enemigos de la democracia, serán barridos por el desarrollo de la Historia. En las urnas, el pueblo colombiano expresará su deseo de vivir dignamente en una sociedad más humana. Y así será.
Mayo 02 2022