En los días recientes, en Colombia han aparecido muchos opinadores sobre el conflicto en Ucrania, país del cual lo único que saben es que es mencionado en la canción "Natalie", que, en español, inmortalizaron los hermanos Arriagada.
Quien no esté informado debería abstenerse de dar opiniones o al menos, acompañarlas de alguna salvedad, adicionando algo así como "bueno es mi parecer", para ganar un poco de seriedad. Porque no se puede pasar de ser un amante de las baladas a ser un experto en geopolítica.
Tampoco se puede construir un saber a partir de lo que dicen los mediocres, mentirosos y vendidos medios de comunicación nacionales e internacionales, tan hábiles en la creación y transmisión de noticias falsas. Según un comentario, circulan a diario en el mundo, tres mil noticias falsas sobre Venezuela, por ejemplo.
También es necesario tener en cuenta que "la verdad muere con las guerras", palabras atribuidas al dramaturgo griego Esquilo, quien vivió en el Siglo V antes de nuestra era. El ser humano vicia la interpretación de la realidad, por lo que más que de la "verdad", debe hablarse de los intereses. Por ejemplo, la corte penal internacional piensa abrir un proceso a Ucrania por delitos de lesa humanidad, hecho que da la razón a Rusia, pero que los países occidentales de la OTAN y sus medios de comunicación desconocen, porque va en contra de sus planes y por tanto, siguen apoyando a ese país.
Una cosa es cierta: esa región queda bastante lejos de Suramérica, y es muy difícil formarse una opinión sin conocer la historia, la geografía, la antropología, la economía, el armamentismo, la geopolítica, la diplomacia, la legislación internacional, los tratados y acuerdos; aspectos que se mezclan complejamente para crear las circunstancias actuales.
Pretender involucrar a Colombia en ese conflicto, como busca el gobierno de la narcoderecha, es como que un marrano se coloque en medio de una pelea de elefantes -no es nada personal- lo más prudente es estar bien alejados.
Las tropas de la OTAN vienen cercando a Rusia desde hace décadas, como amenaza a la seguridad de la región y con lesión a la estabilidad de la paz mundial. Las fuerzas armadas norteamericanas están asentadas en países europeos con características más aparecidas a una invasión y que colocan en riesgo permanente a los pueblos de esas naciones, cuyas mayorías repudian cualquier intervención bélica que los arrastre a un desastre humanitario.
Esta situación de invasión militar, se reproduce en casi todos los países del mundo que no han podido escapar a la colonización imperialista y que es usada como mecanismo abusivo de poder para establecer sanciones, bloqueos, saqueo de recursos, en constante amenaza y agresión real.
Todo, para mantener la supremacía de una minoría de magnates octogenarios que se valen de desgastados discursos patrióticos, con los cuales logran que otros luchen y se maten por sus intereses mezquinos.
Llegará el momento en que los pueblos del mundo pondrán fin a la guerra y a la opresión, para crear, en paz, sociedades fraternales de progreso y colaboración mutua.
Marzo 16 de 2022