USA lidera en el mundo ese patrón de acciones, y en nombre de la libertad y la democracia, ha utilizado todo su arsenal destructivo para masacrar pueblos inermes y destruir patrimonios culturales sin miramientos. Todo en nombre de la libertad, la democracia y el supuesto modelo perfecto de sociedad que debe "imperar" por designio del país hegemón.
En su repertorio de acciones violentas tienen el menú para desplegar sin misericordia, sin compasión, atrocidades extremas como: masacres, fosas clandestinas, mutilaciones, descuartizamientos y destrucción de cadáveres, incendios de pueblos y aldeas, incendiar y descuartizar personas vivas, bombardeos a hospitales y población civil, etc. Una estrategia minuciosamente diseñada para producir horror.
Patrón de acciones que despliegan para intimidar y generar terror a quienes quieren someter o eliminar para apropiarse de recursos o por oposición ideológica.
Es tal el extremo de barbaridad que USA llegó a "evaporar" en segundos a centenares de miles de humanos en segundos, con el infernal calor producido por la bomba atómica, al finalizar la II guerra mundial. El 6 de agosto de 1945 en Hiroshima y el 9 de agosto en Nagasaki, evaporaron cerca de 200.000 seres humanos.
Su hijo mimado, Israel, quiere demostrar que ha aprendido la lección haciendo lo mismo en Gaza. El ministro israelí, el ultraderechista Amichai Eliyahu, ha asegurado que el lanzamiento de una bomba atómica contra la Franja de Gaza podría ser una de las opciones en la guerra que enfrenta a Israel con el grupo islamista.
En Colombia los paramilitares no llegaron a ese extremo. Fue lo único que les faltó.