En Colombia, tres modelos que acostumbran usar el congreso como pasarela, con jugaditas y truquitos se burlan de esta institución y del país, haciendo gala de su poca capacidad de argumentación. Pero esta acción sólo contribuye a aumentar la burla de la sociedad hacia esa desprestigiada corporación. 

Ha sido costumbre que el poder ejecutivo encuentre trabas de parte de los legisladores para cumplir sus planes de gobierno; el Presidente, gobernadores y alcaldes, ven obstaculizada su labor correspondientemente desde el congreso, la asamblea o los concejos municipales. No importa el contenido de los programas, así sea que favorezcan al conjunto de la sociedad. Ha sido también una forma de presionar para obtener la llamada mermelada, una descarada "motivación" para aprobar los proyectos para el país. Proceden indolentemente más preocupados en sus intereses personales y de grupo. 

La sociedad tiene que pagarles un buen salario a los legisladores para que obstaculicen los planes de gobierno. Un despilfarro de recursos, por donde se mire, funcionarios inoperantes y retrasos en el desarrollo.  

Es hora de que el pueblo colombiano deje en la historia a estas desprestigiadas, amañadas y cada vez más obsoletas instituciones y exija respeto. El congreso debe ser reemplazado por una Asamblea Nacional integrada por personas capaces ¾que los hay en el país¾ lo cual sólo podría hacerse legalmente como resultado de una constituyente, que se va viendo muy conveniente para el futuro del país y de la vida. 

El congreso bicameral es una mala copia de lo europeo, que cumplió su papel en una época pasada y que no ha dejado grata recordación en la vida republicana del país. No más burlas a la ciudadanía. Que se proceda consecuentemente mirando hacia el futuro y en defensa de la vida.  

Septiembre 08 de 2023