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Las preguntas abundan sobre el mutismo de periodistas y los medios hegemónicos de comunicación en Colombia, acerca de la corrupción y omisión de investigaciones de crímenes en la Fiscalía, la Ñeñe política, el financiamiento del paramilitarismo por grandes empresas y corporaciones, los vínculos de políticos connotados con el paramilitarismo y el narcotráfico; y particularmente, las declaraciones de Salvatore Mancuso en audiencia publica ante la JEP.
¿Hasta cuándo debemos esperar en el país, para que conozcamos la verdad plena sobre los execrables crímenes que han confesado algunos militares y paramilitares en sus declaraciones en la JEP y difundidos en las redes sociales?
Esperamos respuestas oportunas de los medios que tienen el control y monopolio de las noticias, de quienes se espera el ejercicio de un periodismo responsable, objetivo, transparente y honesto.

Periodismo responsable y objetivo en el que hasta el más mínimo rumor sobre asuntos de interés público se convierte en un disparador de preguntas y el inicio de pesquisas de información para verificarlo o desmentirlo con evidencias empíricas.
Cuando el periodismo se practica con responsabilidad y objetividad, desempeña un papel fundamental en la sociedad al abordar rumores y asuntos de interés público. Cada rumor, por más insignificante que parezca es tratado como un posible punto de partida para generar preguntas e investigar a fondo la información con el fin de conocer la verdad y hacerla de dominio público.
La responsabilidad es un principio fundamental en el periodismo. Los periodistas responsables y objetivos se aseguran de que su trabajo esté respaldado por una rigurosa investigación y una búsqueda constante de la verdad. En su trabajo, realizan una exhaustiva verificación de los hechos, consultando múltiples fuentes confiables, buscando evidencias tangibles y comprobables que respalden o refuten cualquier información recibida a través de comentarios o declaraciones de personajes que tienen o han tenido protagonismo en la vida del país. Su objetivo siempre es ofrecer a los lectores una narrativa basada en hechos comprobables y no en especulaciones infundadas.
La objetividad es otro pilar esencial del periodismo. Los hechos deben comunicarse de manera imparcial, sin sesgos personales, influencias externas o conveniencias políticas; separándolos de opiniones personales, proporcionando balances equilibrados de los diferentes puntos de vista, interpretaciones y posibilidades reales y creíbles. No significa ser plenamente neutral,… el riesgo de no serlo acecha en cada hipótesis. Se trata de respetar la realidad y hacer “justicia a la verdad” en la presentación de la información, de manera precisa y fiel, completa, sin distorsiones o tergiversaciones.
La transparencia y la honestidad son también aspectos cruciales en el ejercicio periodístico. Los periodistas deben divulgar cualquier conflicto de intereses que puedan tener y ser transparentes en cuanto a la forma en que obtuvieron la información.
Considero que es responsabilidad del periodista investigar a fondo un rumor que emerge sobre un asunto de interés público,antes de divulgarlo. Como lo hace un científico para develar la verdad sobre un fenómeno natural, el periodista en su misión debe convertirse en un científico social. Debe construir hipótesis plausibles, realizar pesquisas de información y seguir un proceso riguroso de análisis para develar verdades que subyacen en declaraciones o comportamientos de políticos, gobernantes y personalidades influyentes en la sociedad.
Los periodistas deben preguntarse sobre la fuente del rumor, evaluar su credibilidad y buscar evidencias como pruebas sólidas que respalden o refuten el cotilleo o murmuración en cuestión. No hay fuentes privilegiadas, ni darse por sentado ningún rumor, tampoco negarlo o desdeñarlo. Debe investigarse, buscarse evidencias que confirmen o desmientan su veracidad. Ese fenómeno social merece atención por el impacto significativo en la sociedad y en las relaciones interpersonales, y como un indicio de problemas sociales o políticos graves.
Así, cuando el periodismo se ejerce con responsabilidad y objetividad, los rumores se convierten en una oportunidad para realizar preguntas y llevar a cabo investigaciones exhaustivas para develar la verdad. Los periodistas deben asumir la responsabilidad de verificar la información, separar los hechos de la especulación y presentar al público una narrativa basada en evidencias empíricas.
No ha sucedido eso con las declaraciones de Salvatore Mancuso en audiencia pública en la JEP. Como no sucedió en el pasado con otros eventos que comprometen a políticos y personajes de este país. Guardan silencio "sepulcral" con la declaraciones de Mancuso, mientras hacen escándalos por lo que declara Francia Marquez o Gustavo Petro, y hasta amplifican un bostezo de ellos.

¡La palabra la tienen los medios y periodistas connotados de este país!

Heberto Tapias García
Profesor Ingeniería Química
Universidad de Antioquia

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