Aviso

grupo lima 

Puede parecer extraño, pero hay una muy estrecha relación entre la salud pública y la democracia porque aquella refleja la receptividad y respuesta de las autoridades ante las enfermedades que atribulan a su población. Los gobiernos que se arrogan la condición de “democráticos” deberían exhibir, máxime durante una pandemia, muy buenos índices de combate al flagelo. ¿Cómo se puede medir esto? Respuesta: analizando el número de muertos por el Covid-19 por millón de habitantes, para neutralizar las distorsiones que producirían los desiguales tamaños de los países.

Aplicando este indicador se comprueba que los países que integran el difunto Grupo de Lima –ya en avanzado estado de descomposición- han fracasado estruendosamente en el combate a la pandemia. Perú, cuya ciudad capital le da el nombre esa camarilla, registra un índice de 1.095 muertos por millón de habitantes (todas las cifras de esta nota corresponden al 7 de Diciembre), seguido por un compacto pelotón que también muestra sus enormes dificultades para doblegar al virus: Argentina 879, México 850, Brasil 832, Chile 816, Ecuador 776, Bolivia 766, Colombia 743 y Panamá 739. El Grupo de Lima está esperando con impaciencia la aparición de un estadista sudamericano que organice un sobrio funeral para que no siga siendo el hazmerreir mundial. Esto porque hay gobiernos

 

Cinco años atrás, no dudé en ponderar la actitud del Compañero Maduro al reconocer y respetar el triunfo de la derecha en las legislativas y, lejos de lamentaciones, llamar a incrementar la acción de resistencia creativa para desalojar más temprano que tarde, por los propios canales constitucionales, a esa suerte de intrusos/as que pretendieron volver a la penumbra típica del Capitalismo.

Tampoco dudé en reflejar que resultaba de vida o muerte mandar al basurero aquellas posturas que en alguna medida provocaron un distanciamiento de los anhelos populares; en manifestar sin vacilación alguna que Cuba y Nuestra América seguirían su vertical acompañamiento a las ideas de Simón Bolívar y Hugo Chávez en predios venezolanos; y en apostar resueltamente a que la Revolución en Venezuela apelaría/concretaría la alternativa que significa Luchar y Luchar ¡Hasta la Victoria, Siempre! (1).

Apenas año y medio después, en la primera versión de este título, destaqué cómo tuvo lugar un replanteo de la política interna y externa de la Revolución Bolivariana, a partir de la realidad que develaba cómo el liderazgo desde el Palacio de Miraflores respaldado por el pueblo chavista luchaba

 

El Pelusa, que se corrompió por beber del cáliz de la alcantarilla y absorber el humus tóxico de los buitres carroñeros que festejaron a su costa, es también el héroe mítico que en mundial de fútbol de México´86 devolvió la dignidad al pueblo argentino que había sufrido una humillante derrota en la guerra de las Malvinas. “Su gol del siglo” supuso “un mazazo al colonialismo británico en Argentina y en América Latina”

Maradona siempre mostró empatía por los pueblos oprimidos, ya que nunca se olvidó de su humildísimo origen ni de las penurias que padeció cuando apenas era un mocoso que hacía maravillas con el balón en Villa Fiorito. Ya de enano daba inmensa alegría a los más

 

Tenemos una declarada pandemia que colorea todo el planeta con un problema nuevo.

Las pandemias históricas justamente no son un problema nuevo. Lo que ha sido nuevo ha sido el establecimiento de cuarentena sobre población no enferma, ni siquiera sospechable o candidata a. En casi todo el planeta. Ese rasgo configura, realmente, un problema nuevo, una pandemia sui generis.

Lo decretado por la OMS como pandemia y su peculiar tratamiento ha revelado

rasgos sociales básicos.

En primer lugar, el cambio de naturaleza de la OMS: una organización pública engendrada por organismos públicos −estados− financiada y orientada desde organismos privados, como laboratorios y fundaciones…, es decir, de hecho privatizada. En la órbita de las

La Revolución Bolivariana es el proyecto que garantiza el futuro para  Venezuela - MippCI 

Ad portas de la elección número 25 de estos 20 años, el chavismo enfrenta momentos
cruciales para destrancar el juego político y avanzar desde la resistencia que ha llevado adelante
durante los últimos de 5 años, frente a la agresión permanente del imperialismo, que junto a la
oligarquía local y a los gobiernos serviles a Washington, como Colombia , Brasil y Chile, han
configurado un escenario profundamente hostil y de guerra económica, financiera y
comunicacional.
La agresión imperialista en medio de la pandemia del COVID 19 se incrementó afectando no sólo