Aviso

 

Este 6 de febrero de 2021 se ejecutó otra masacre en Inzá, Cauca. De acuerdo a Indepaz, esta vez los ultimados fueron Octavio Muñoz Salazar de 40 años y sus dos hijos Octavio y Bertulfo Muñoz Montoya de 15 y 17 años. Antes de asesinarlos, fueron torturados.

Son 12 las masacres que cuenta el 2021, tres de ellas en el Departamento del Cauca.

La situación de derechos humanos en el Cauca es trágica. Según organizaciones defensoras de derechos humanos, el Cauca es el departamento más violentado de Colombia por el asesinato de líderes sociales y defensores de derechos humanos desde la firma del acuerdo de paz con las Farc. Las mismas agrupaciones sociales, comunitarias y defensoras de derechos humanos exigen que se tomen medidas urgentes para garantizar el derecho a la vida en el departamento.

El narco-Estado colombiano, su brazo paramilitar y el negocio extractivista, persisten en su conducta criminal por la propiedad de la tierra y en contra de las comunidades empobrecidas.

 

Cali es reflejo de la forma desastrosa como en el plano nacional el régimen de Iván Duque ha asumido la pandemia originada por la expansión del coronavirus en Colombia.

Con más de 53.000 personas fallecidas y más de 2.100.000 contagiados por la covid-19, el sistema de salud y la gestión del gobierno uribista han demostrado su ineficacia y fracaso.

En el Valle del Cauca, los promedios son aterradores a finales de enero de 2021: un total de 1.292 contagios y 64 muertos diarios.

Hasta el 26 de enero de 2021, en Cali se registraron acumulados 115.351 casos de contagios y 3.232 fallecidos desde el inicio de la pandemia (finales de marzo de 2020).

Según cifras oficiales, el desempleo subió al 15,9% en todo el país, mientras los pulpos financieros usufructúan las erogaciones por decretos de excepción del gobierno.

Aunque no dispone de programa diario de televisión como Duque, el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, hace un show callejero y mediático cada vez que puede.

 

Ovidio de Jesús Salazar Valencia se llamaba el exconcejal del municipio de Herveo (250 km al noroeste de Bogotá) que resultó muerto después de ser atacado con un arma de fuego.

El crimen fue confirmado este jueves 4 de febrero por Indepaz, cuando hallaron el cuerpo del exconsejal de unos 50 años de edad.

Indepaz, organización de DDHH que trabaja en el registro de la violencia política en el país, confirmó que la de Salazar es el asesinato número 21 en lo que va de 2021, en una cuenta que suma más de 1.137 desde la firma de los acuerdos de paz en 2016 entre el Estado colombiano y la entonces guerrilla de las Farc-EP.

 

Pero cuando el pueblo se decida a luchar hasta el fin no habrá ninguna potencia que pueda ser superior a la potencia de ese pueblo que quiere su libertad”.
– Camilo Torres Restrepo –

En febrero, desde las comunidades reivindicamos el legado de Camilo Torres Restrepo. En este mes organizaciones sociales y medios alternativos realizaremos actividades conmemorativas para reivindicar la vigencia el pensamiento del sacerdote, sociólogo y revolucionario, al cumplirse 55 años de su siembra, luego de su muerte en combate.

Camilo Torres Restrepo junto a otros sacerdotes fue pionero de la Teología de la Liberación; así mismo, cofundador de la primera Facultad de Sociología de América Latina en la Universidad Nacional de Colombia. Durante su vida, promovió el diálogo entre el marxismo y el cristianismo, la unidad de las mayorías y la transformación de la sociedad a través de la revolución.

 

Llegaba a Vijes los domingos en la tarde en el bus intermunicipal. Todos sabían que arribaba alrededor de las dos de la tarde con su enorme maleta café, bastante trajinada, a la que le hacía falta la manija; por eso siempre la llevaba sobre el hombro. De él solo se sabía que su nombre era Matías. ¿La edad? Indeterminaba. Bien podría tener cincuenta años que setenta.

Apenas reunía parroquianos, comenzaba a darle órdenes a la peligrosa serpiente que traía en la valija. Tan mortífera era, que jamás la abrió. Solo le gritaba: “Quieta, Margarita, que primero fue el niño Dios que vos.”

Y aunque las cabezas de varios curiosos se asomaban al ruedo, jamás quisieron descubrir que había adentro, porque él los amenazaba. “La mordida de este animal es mortalasí es que, si no quiere ver a sus deudos tomando tinto en un velorio, mejor ni se acerque.”, advertía, para –con sutileza—desempacar de una bolsa toda suerte de ungüentos que servían para curar la artritis, el mal de ojo, el asma, el cáncer, las cefaleas y hasta los dolores de un amor incomprendido.