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Conoce las clases de semáforos que hay en Colombia - Autofact

 Hola Muchachos. ¿Se han preguntado por qué los semáforos de las grandes ciudades de Colombia son así? Bueno, me parece que son el tumor canceroso más visible de nuestra sociedad pestilente, famélica y moribunda. Todo el mundo pasa y los ve, pero como se volvieron paisaje, realmente la gente ni los ve. La cosa es imple: es porque son así. Si un niño pregunta por qué son así, la respuesta es: niño no joda, no pregunte más. Tenga más cuidado y no derrame el fresco que va a manchar la silla. Ponga más atención que la lavada del carro es muy cara, etc.

 

El 28 de enero es el Día Internacional de la Protección de Datos, y en el marco de esa conmemoración creemos que vale la pena reflexionar sobre los retos que enfrenta un elemento básico pero esencial en su ejercicio: el consentimiento libre, o la facultad de decir que no al tratamiento de nuestros datos.

El consentimiento no siempre es libre, y esto es una amenaza para el ejercicio del derecho a la protección de datos. Decir que  al tratamiento de nuestros datos porque en realidad no hay otra opción es un evento que sucede a toda hora, en actividades sencillas como la descarga de una aplicación móvil, en la aplicación de un beneficio social o en la solicitud de regularización migratoria ante los Estados. En esos escenarios decir que  no es una opción, sino más bien un acto reflejo. Esta situación recibe el nombre de ‘consentimiento forzado’.

 

El resultado de las Elecciones Presidenciales que se celebrarán este año en EEUU y Rusia podrían significar el retorno a la Doctrina de la Coexistencia Pacífica entre EEUU y Rusia y el consecuente finiquito a la Guerra Fría 2.0.Así, el conflicto ucraniano habría significado pues retorno a la Guerra Fría entre Rusia y EEUU y el retorno a la Doctrina de la Contención, cuyas bases fueron expuestas por George F. Kennan en su ensayo “Las fuentes del comportamiento soviético”, publicado en la revista Foreign Affairs en 1947 y cuyas ideas principales se resumen en la cita “el poder soviético es impermeable a la lógica de la razón pero muy sensible a la lógica de la fuerza”.

Corte Suprema de Justicia: El anuncio de una fiscal encargada emponzoña la  política | EL PAÍS América Colombia 

Nunca en la historia de Colombia, la elección de un fiscal general se había visto rodeada de tanto enredo y controversia. Algo que constitucionalmente parece tan simple como elegir a una persona entre una terna, se ha dificultado por los intereses de personajes cuestionados por sus actuaciones políticas, su inoperancia administrativa y sus acciones y relaciones delictivas, que aspiran a continuar en esta importante institución. Esto sumado a funcionarios inoperantes o sometidos a presiones ilegales, asentados en la corte suprema de justicia, que desconocen las solicitudes manifiestas del pueblo colombiano como constituyente primario. Así han desprestigiado esta corporación ante el grueso de la sociedad y ya no son creíbles.
La actual fiscalía no da confianza para combatir el crimen. Tiene una impunidad del 94 por ciento. Si se va a hacer un operativo contra las drogas, no se le puede informar a la fiscalía. Algo paradójico. El organismo acusador, al servicio de la delincuencia. 

 

Cada continente tiene su propia historia. Además, en ellos también hay diferencias regionales y sociales que marcan historias específicas. Y si bien América, en general y América Latina/Caribe, en particular, tienen una milenaria historia precolonial, con una riqueza de culturas que evolucionaron en distintas fases desde el poblamiento originario y las primeras comunidades de cazadores-recolectores, hasta llegar a la época de las grandes civilizaciones de Aztecas, Mayas e Inkas, la región pasó a formar parte de la historia de Occidente a partir de la invasión y conquista iniciada por Cristóbal Colón en 1492. Lo hizo como región subordinada al mercantilismo colonial. Y desde este momento se sentaron las bases históricas de la dependencia externa, el subdesarrollo, la jerarquización social, la explotación de minorías criollas blancas y blanco-mestizas sobre las enormes mayorías de las poblaciones y otros tantos “patrones” de evolución posterior, que fueron destacados medio siglo atrás por Stanley J. Stein y Barbara H. Stein en La herencia colonial de América Latina (1970).