Aviso

 

Días pasados el escritor Mario Vargas Llosa publicó una nota en el diario El País (Madrid) titulada “Retorno a la barbarie” en donde se refería a Colombia y decía que allí “la democracia funciona y parece hacer avances, pese a todas las deficiencias del llamado “proceso de paz”. Días después publiqué una nota refutando las principales tesis expuestas por el novelista peruano (ver en mi blog http://atilioboron.com.ar/la-furia-del-hechicero-y-la-venganza-de-roger-casement/ o en numerosos periódicos digitales). Pero hoy lunes 9 de Septiembre leo en el diario El Espectador de Colombia que en poco más de un mes han sido asesinados seis aspirantes a distintos cargos en disputa para las elecciones regionales que tendrán lugar el próximo 27 de Octubre. Ultimados a escopetazos, o con fusiles y granadas,

 

Soportado en una muy profunda memoria histórica que recoge el recuerdo y la huella de la valiente batalla de su progenitor, el heroico militante del M19 Iván Marino Ospina, asesinado en Cali en agosto de 1985, sobresale su hijo Jorge Iván, convertido en un emblemático líder popular del sur occidente colombiano y de su principal centro urbano, la ciudad de Cali,  donde viven más de tres millones de colombianos, con una fuerte presencia de la comunidad afro descendiente colombiana.

Ospina ya fue alcalde de la ciudad en el periodo 2008-2011 y Senador de la República por el Partido Verde.

Es un medico educado en Cuba y con un ascendiente en familias obreras de la ciudad de Pereira (Risaralda), donde su abuelo materno desplego una incansable agitación comunista revolucionaria.

La columna anterior “No meta la pata con Pato Tovar” evidenció algunas de las alianzas, propuestas y personas que rodean al candidato del Centro Democrático a la gobernación de Arauca. Para esta ocasión y luego del cuádruple empate en nuestra encuesta de Twitter, analizaremos a dos candidatos de la derecha a la gobernación del departamento de Santander.

Tanto Ángela Hernandez como Mauricio Aguilar y Elkin Bueno representan los sectores políticos más conservadores y retrógradas en el departamento. Tienen respaldo de clanes políticos investigados por corrupción o paramilitarismo. De llegar cualquiera de los tres al “Palacio Amarillo” sería un gran retroceso para los trabajadores y trabajadoras.

 

Gran repercusión le ha dedicado los medios nacionales e internacionales, a la decisión de un importante sector de las FARC-EP, de retomar las armas, encabezado por Iván Márquez y Jesús Santrich, acusando al gobierno colombiano del oficialista partido Centro Democrático, presidido por Iván Duque y el senador Álvaro Uribe Vélez, de traicionar los Acuerdos de Paz.

Analistas y comunicadores sociales, nacionales y extranjeros, han ofrecido sus valoraciones y comentarios una buena parte cuestionando la decisión de Márquez-Santrich, sin una análisis serio, profundo y sesgados, algunos con irrespeto y otros repitiendo el slogan uribista de que son “narcotraficantes”, son los mismos comunicadores sociales que no piden justicia para las víctima de los “falsos positivos” y mucho menos,  que la Corte Suprema juzgue a los vinculados a los 12 Apóstoles y a los que desde cargos gubernamentales trabajaban para el Cartel de Medellín, por tanto apoyan la

 

Este viernes en horas de la mañana fueron asesinados en Cúcuta, Norte de Santander, Milton Urrutia Mora y José Milton Peña Pineda, excombatientes que llevaron adelante su proceso de reincorporación en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Caño Indio. Los hombres se encontraban en un hotel, junto al también excombatiente Arsenio Maldonado, cuando fueron víctimas de un ataque sicarial, del que sólo logró sobrevivir Maldonado.

Según las primeras informaciones, los tres hombres acostumbraban encontrarse cada 12 días en un hotel de la ciudad; fue mientras desarrollaban esa reunión que un hombre armado atentó en diferentes ocasiones contra ellos, huyendo en motocicleta. Los excombatientes no contaban con esquemas de protección ni medidas de seguridad; de la acción salió herido Arsenio Maldonado, quien tuvo que ser trasladado a un centro de atención hospitalario.