Soportado en una muy profunda memoria histórica que recoge el recuerdo y la huella de la valiente batalla de su progenitor, el heroico militante del M19 Iván Marino Ospina, asesinado en Cali en agosto de 1985, sobresale su hijo Jorge Iván, convertido en un emblemático líder popular del sur occidente colombiano y de su principal centro urbano, la ciudad de Cali, donde viven más de tres millones de colombianos, con una fuerte presencia de la comunidad afro descendiente colombiana.
Ospina ya fue alcalde de la ciudad en el periodo 2008-2011 y Senador de la República por el Partido Verde.
Es un medico educado en Cuba y con un ascendiente en familias obreras de la ciudad de Pereira (Risaralda), donde su abuelo materno desplego una incansable agitación comunista revolucionaria.
Su paso por la Alcaldía de la ciudad en el 2008 significo un esmerado avance urbano, social y político democratizante. Con su gestión se planteó una contundente ruptura al poder oligárquico tradicional de las castas hacendarias de herencia colonial.
Ospina desquicio el dominio del bipartidismo liberal conservador, artífice de la violencia, la corrupción, la exclusión y la negación de los derechos sociales de millones de colombianos.
Ahora plantea acceder nuevamente a la Alcaldía de la capital vallecaucana con una propuesta programática señalada como “Puro corazón por Cali”, una propuesta estratégica con sentido histórico.
Se trata de una nueva etapa con procesos alternativos políticos, urbanos y sociales para la ciudad que la haga un espacio de paz, reconciliación, convivencia, rectificación ambiental, reconversión económica y potencia regional desde el modelo del Distrito especial aprobado recientemente.
Su idea de gobierno se propone siete grandes retos a saber:
Sus puntos de partida para gobernar a Cali plantean lo siguiente:
La vida es sagrada.
Respeto por la Casa común y por los otros seres sintientes.
Compromiso con los Objetivos de desarrollo sostenible.
Respeto por lo humano diverso.
Se construye sobre lo construido.
Renovación de la ciudad con ciudadanías en construcción democrática y pacífica.
Los bienes comunes, lo público y el Estado se gestionan con responsabilidad y transparencia.
El Distrito Especial será el pivote de una gran transformación de territorio de la ciudad para consolidarla como un espacio regional de gran dinamismo hacia el Pacifico y el Centro de la nación.
Contra esta propuesta se han conjurado varias fuerzas reaccionarias que pretenden mantener a Cali atrapada en las viejas formas de la dominación plutocrática de la oligarquía cañera.
Aun así, las encuestas están dando una gran ventaja a Ospina y un gran calado de sus ideas progresistas entre las clase populares de Cali. Lo apoyamos en su planteamiento alternativo.