Aviso

 

Uno de las expresiones grotescas del engendro estatal y para-estatal colombiano es el para-militarismo asociado a los carteles de la droga y conectado a las fuerzas armadas y agencias de inteligencia local y transnacional.

Los tristemente famosos “paracos” cuentan con más de treinta años de experiencia en tráfico de drogas, lavado, contrabando, sicariato, terror, masacres y torturas; exterminio de las bases sociales de las fuerzas revolucionarias, democráticas y progresistas; desplazamientos forzados de las poblaciones indígenas, afro-descendiente y campesinas en general; apropiación de tierras mediante métodos cruentos; soborno y cooptación de organizaciones sociales, cooperativas y gremios de transportes, y formación por esas vías de eficaces redes de espionaje.

 

Las palabras pueden ser balas en oídos de las personas equivocadas. Colombia aún vive un conflicto social, político, económico y  armado.  Fuerzas Militares, paramilitares, autodefensas y guerrillas continúan actuando en el territorio y en medio de ellas, las comunidades.

Obviando la situación de las comunidades, desde el presidente, sus ministros y los partidos de gobierno se han usado los recursos posibles para estigmatizar a las comunidades, tratándolas de terroristas, además de afirmar una y otra vez que las movilizaciones y las mingas estas infiltradas.

Recurrentes, lesivas y peligrosas son las intervenciones de Duque y el Centro Democrático,  las cuales han buscado instaurar el terror con mentiras o a bala, ellos disparan con palabras. En sus intervenciones  justifican el exterminio de aquellos que no comulgan con sus formas o sus métodos.

 

Alfredo Encizo Mahecha, vocero de los campesinos cocaleros del Caquetá anunció ante la prensa regional que por los incumplimientos del Gobierno Nacional a lo pactado en el Programa Nacional Integral para la Sustitución de Cultivos Ilícitos – PNIS- organizan una protesta generalizada en la región.

“Si no hay cumplimiento a los aspectos acordados nos iremos a las vías de hecho, haremos nuestras protestas para exigir que se atiendan nuestras exigencias”, indicó el portavoz campesino.

Los líderes de las familias cocaleras advierten que ante tanto  incumplimiento del gobierno con ellos no queda otro camino que lanzarse a la protesta como ha sucedido en otras regiones del país. “Ha sido reiterado el incumplimiento y estamos uniendo fuerzas para realizar un paro hacia todo el sector norte del Caquetá”, señaló un vocero de la COCCAM.

 

En horas de la madrugada del pasado 10 de abril en el corregimiento de El Plateado, municipio de Argelia, Cauca, después de escucharse algunos disparos, fue hallado sin vida el campesino, defensor de DD.HH. y víctima del conflicto, Policarpo Guzmán Mage, destacado líder de la comunidad quien fue fundador de la Asociación Campesina de Trabajadores de Argelia y la Red de DD.HH.  Francisco Isaías Cifuentes.

Según Christian Delgado, coordinador de Garantías y DD.HH. de Marcha Patriótica, Policarpo quien trabajaba como motero en El Plateado, salió aquel día de su casa, abordó su moto y posteriormente se escucharon varios disparos; quienes lo vieron, afirman que su cuerpo fue encontrado sobre la motocicleta con más de 10 impactos de armas de fuego sobre la cabeza y dos tiros en su cuerpo. Junto a él fueron hallados los casquillos de la pistola y todas sus pertenencias personales, lo que evidenciaría la naturaleza del homicidio en una zona en la que los grupos paramilitares han ejercido gran presión.

 

La minga suroccidente convocada por el Consejo Regional Indígena del Cauca CRIC, donde se juntaron otras regionales indígenas como el Consejo Regional Indígena de Caldas CRIDEC, el Consejo Regional Indígena del Huila CRIHU, el Movimiento campesino, organizaciones afros ACON, sectores sociales y populares del suroccidente Colombiano, desde el pasado once de marzo, han solicitado un diálogo abierto y de frente a las políticas y leyes del despojo que están afectando a todos  los pueblos y territorios el país.

Sin embargo, después de muchas dilataciones y pretextos, aunque Ivan Duque llegó hasta el municipio de Caldono, con el argumento de no tener garantías de seguridad, no tuvo la capacidad de escuchar a los mingueros y mingueras, le faltó honor a su palabra e irrespetó a los mingueros y mingueras al no escucharlos. Esta actitud muestra claramente la falta de capacidad y autonomía para ejercer su papel de dirigente del país.