Aviso

 

Muchas voces exigen quitar el mal Gobierno, al que unos llaman despelote y otros le dicen régimen del “todo vale”, que hegemoniza los poderes económicos, financieros y estatales, al que algunos Magistrados se le oponen y la lucha de la sociedad busca cambiar de raíz.

En los 2 años que lleva este Gobierno recrudecieron la matanza de líderes sociales y ex combatientes, volvió el apogeo de las masacres como parte del plan sistemático para arrasar a los que protestan y se le oponen al régimen. Y la semana pasada emprendieron las agresiones contra destacados dirigentes políticos de izquierda, con el asesinato del historiador Campo Elías Galindo y el atentado a la ex Senadora Piedad Córdoba.

Corren ríos de sangre y de corrupción porque las mafias se imponen con la Ley Metálica, de plata y plomo, que equivale a “se deja comprar o se muere”, poder del inframundo que crece a la sombra del sistema imperante, pero que en Colombia lo que queda de institucionalidad estatal está subordinada a este poder mafioso, que convirtió al país en una narco República.

 

Campo Elías Galindo era un reconocido historiador, investigador y profesor de la Universidad Nacional de Colombia. Este 1º de octubre fue asesinado. Su cuerpo fue encontrado en su propia vivienda con varias heridas de arma blanca. Este profesor fue integrante del Frente Amplio por la Paz y la Democracia así como autor de importantes artículos de análisis y opinión sobre la realidad nacional.

En el último tiempo, Campo Elías Galindo había sido parte de la coordinación del Partido Colombia Humana. Máster en Planeación Urbana, tenía su propio portal web en el cual publicaba artículos de análisis y opinión sobre problemáticas globales, nacionales y locales, con base en las Ciencias Sociales y la Historia.

El pasado 14 de septiembre este profesor publicó en su web un artículo titulado EPM desata la política local en Medellín. En él presentó información de corrupción por parte del Grupo Empresarial Antioqueño -GEA- y también habló de sus vínculos con el uribismo.

 Este sábado 3 de octubre se registró una nueva masacre, donde fueron asesinadas 3 personas, una de ellas es un menor de 15 años; en zona rural de Cáceres, en límites con el municipio de San José de Uré, al sur del departamento de Córdoba. 

El hecho se presentó en la finca El Breque, zona rural de Cáceres en límites con los municipios de Tarazá y Cáceres, Antioquia, allí fueron asesinados Juan Carlos Rodríguez de 30 años, Wilmer Eduardo López, de 42 años, y Daivi Camilo Ochoa de 15 años, quienes según medios locales reportan heridas de arma blanca, así como varios impactos de arma de fuego, junto a ellos también se señala que fue herido un hombre identificado como Rafael Cabrera.

Adicionalmente, comunidades locales indicaron que las personas asesinadas era el propietario de la finca El Breque, y su hijo, juntos a ellos también perdió la vida el conductor de un vehículo transportador de ganado.

 

Este domingo 4 de octubre se denunció el asesinato de Javier Quintana integrante de la Asociación de Trabajadores Campesinos del municipio de Cajibío en el departamento del Cauca.

Asesinado en Cajibio, Cauca, Javier Quintana, líder campesino Integrante de la Asociación de Trabajadores Campesinos del Municipio de Cajibio y Marcha Patriótica.

Fue asesinado en la noche del sábado 3 de octubre del 2020.

Se exige presencia INTEGRAL del Estado#PazParaLiderar pic.twitter.com/QzOKnWhrRU — Leonardo González P. (@leonardonzalez) October 4, 2020

 

Líderes reclamantes de tierras denunciaron haber recibido este 29 de septiembre, un panfleto amenazante del bloque Magdalena Medio de las Águilas Negras, en donde les daban 24 horas para salir del territorio antes de ser declarados como objetivo militar.

En el panfleto se señala que el grupo no responderá si en las acciones violentas «muere gente inocente»; al tiempo que estigmatizan a los líderes sociales, reseñándolos como «guerrilleros», «vendedores de vicio» y «comunistas agazapados». Adicionalmente, el grupo paramilitar advirtió con «dar de baja» a líderes sociales que según ellos «ponen trabas al desarrollo de la región».

La región del Magdalena Medio es uno de los territorios más afectados por el despojo de tierras que trajo la violencia, el cual fue aprovechado por muchas empresas y conglomerados económicos para adquirir predios a muy bajo precio, en perjuicio de los campesinos propietarios y poseedores, que habitaban las tierras antes de ser desplazados forzosamente por los grupos armados.