Aviso

 

Gustavo Herrera, quien se desempeñó como gerente de campaña en la anterior contienda electoral a la Presidencia, recibió cuatro impactos de bala.

Gustavo Herrera, integrante del movimiento Colombia Humana y quien fue gerente de la campaña presidencial del senador Gustavo Petro, fue asesinado pasado el mediodía de este martes.

El atentado se presentó en la vía que de Popayán conduce a Puracé. Herrera fue trasladado a la Clínica La Estancia en Popayán, donde falleció por la gravedad de las heridas.

«Atención, segundo dirigente de Colombia Humana, asesinado hoy, Gustavo Herrera, gerente de la campaña presidencial de la Colombia Humana en el Cauca. Todos los nodos deben desatar la campaña internacional. Toda Colombia Humana en alerta. Masivamente

 

Mientras hacía campaña a la presidencia Iván Duque prometió darles prioridad a las comunidades indígenas. Hoy en día les ha dado la espalda

La Minga llegó a Bogotá el pasado domingo 18 de octubre entre una calle de honor de aplausos y algarabía. El orden mostrado por la movilización ha sido un ejemplo de organización. Mientras la gente respalda su lucha, el presidente y su gobierno les da la espalda. Aún es motivo de análisis que el presidente enviara al Cauca a Miguel Ceballos mientras La Minga está en Bogotá, para hablar con líderes que no viajaron a la capital. Los voceros indígenas respondieron a esa provocación afirmando que estarán en la ciudad respaldando el paro nacional del próximo 21 de octubre.

El trato que le ha dado el presidente a la movilización y al pedido que le está haciendo la Minga va en contravía de las promesas que hizo durante la campaña.

 

Las víctimas son los líderes sociales, los victimarios son las clases dominantes y el móvil de estos crímenes es el despojo; factores repetitivos que evidencian el plan sistemático de exterminio del régimen contra sus opositores, quien niega este Genocidio.

En el país continúa desbordada la violencia del régimen contra la sociedad, desde luego todo ocurre bajo un manto de silencio explícito del Estado, lo que denota un déficit estructural de la protección de los líderes sociales, las garantías para ejercer oposición al Gobierno, y desde luego la impunidad absoluta a los perpetradores.

Lideresas del Proceso de Comunidades Negras (PCN) afirman que “la lucha molesta a los empresarios, a los políticos que tienen intereses económicos específicos, a algunas entidades del Gobierno y usan diferentes estrategias para callarnos” [1].

 

Este fin de semana se reportó el asesinato del líder social Jhon Jairo Guzmán en el corregimiento Barro Blanco, de Tarazá, Antioquia.

Las autoridades que hicieron el levantamiento del cuerpo señalaron que los restos del líder presentaban «varios impactos de arma de fuego y heridas con arma blanca».

Jhon Jairo Guzmán se desempeñaba como vicepresidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda El Tesorito de ese municipio ubicado en el Bajo Cauca antioqueño.

En el presente año se han reportado varios asesinatos de líderes en esa zona; como el ocurrido el pasado mes de junio en el que un grupo paramilitar asesinó al líder campesino Edier Lopera dejando su cuerpo expuesto durante cerca de una semana, sin permitir que sus allegados o las propias autoridades lo recogieran, para generar terror y zozobra en la comunidad.

 

Entre 2000 y 2015 EEUU gastó casi $7 mil millones para entrenar, asesorar y equipar a las Fuerzas Militares de Colombia, luego el stablischement de Uribe-Duque,  viola la constitución colombiana para que las tropas USA pongan en práctica las SFABs con el objetivo de fortalecer grupos paramilitares (mercenarios) y trabajar con ellos , hoy en pleno 2020 con el PLAN COLOMBIA CRECE; se impone la estrategia de cosechar asesinos con motosierras a sueldo, sicarios que se creen “snipers”  y baratos delincuentes colombianos para convertirles en «carne de cañón» de las guerras promocionadas por EE UU.