Aviso

 

La represión protagonizada por el régimen de Iván Duque contra la juventud y el pueblo de Cali se enmascara ahora en escuadrones de matones que vienen incursionando en barrios y autopistas disparando para infundir terror y dejar una estela de muertos y heridos.

Fue lo que ocurrió en la noche del jueves 20 de mayo de 2021 en el plantón de resistencia juvenil y popular ubicado en el sector caleño conocido como Paso del Comercio, rebautizado por la comunidad como Paso del Aguante, donde un escuadrón paramilitar asesinó a balazos al joven venezolano Sandy Bladimir Sierralta Rodríguez.

Sandy Bladimir no alcanzó a celebrar sus 20 años de edad, que cumplía precisamente este viernes 21 de mayo, pues fue tiroteado cuando participaba en el plantón popular al lado de muchos otros jóvenes que reclaman allí, como en muchos otros puntos de Cali, su derecho a tener futuro.

Los asesinos que abrieron fuego contra los jóvenes del sector se desplazaban a bordo de un vehículo identificado como taxi y de dos motocicletas.

   

Hay cerca de cinco mil heridos que no fueron a los hospitales, por temor a ser detenidos… y las familias, tienen miedo de reportar sus desaparecidos, por temor a los Criminales del Estado Colombiano…

Pero desde el dolor profundo Colombia, pregunta: Oye Duque, Dónde están Nuestr@s Muchach@s???

 

En la vía principal del trayecto donde se está ejecutando una de las «mega» obras más Importantes de Colombia, el Túnel de La Línea, el  viernes 14 de mayo de 2021 en el sector de Versalles, Calarcá – Quindío; Transportadores, Indígenas y Organizaciones Sociales declararon este tramo como Territorio de Paz y resistencia por la vida.

Previo a un ritual de armonización por parte de la guardia indígena y como testigo principal la bandera de los pueblos originarios, la Wiphala, que representa la cosmogonía de los pueblos del Tahuantinsuyo y simboliza dos valores fundamentales de las etnias andinas: el Pachakama, un principio de orden universal y la Pachamama que refiere a la Madre Tierra.

Pastos, Ingas, Yanaconas, Pijaos, Emberás y el sector de los transportadores (Unión de Ruedas) así como demás manifestantes  decidieron  declarar Territorio de Paz y resistencia por la vida a uno de los sectores emblemáticos de la lucha en este Paro Nacional.

 "Al pueblo colombiano movilizado desde hace 20 días en protesta permanente contra el mal gobierno, le pedimos, en homenaje a Santrich, no aflojar en su justa lucha y a lanzarse con todas sus fuerzas a derrotar a este maldito régimen que nos está exprimiendo hasta el alma"

Informamos a Colombia y al mundo con dolor en el corazón, la triste noticia de la muerte del comandante Jesús Santrich, integrante de la Dirección de las FARC-EP, Segunda Marquetalia, en una emboscada ejecutada por comandos del ejército de Colombia el 17 de mayo.

Sucedió en la Serranía del Perijá, zona binacional fronteriza, entre El Chalet y la vereda Los Laureles, dentro de territorio venezolano. Hasta ese lugar penetraron los comandos colombianos por orden directa del presidente Iván Duque. La camioneta donde viajaba el comandante fue atacada con fuego de fusilería y explosiones de granadas. Consumado el crimen, los asesinos le cercenaron el dedo meñique de su mano izquierda. Unos minutos después, cerca del lugar, rápidamente, los comandos fueron extraídos en un helicóptero de color amarillo rumbo a Colombia.

 

Durante todo el Paro Nacional, que el lunes 17 de mayo llegó a su vigésimo primer día, el pueblo del municipio de Yumbo ha sido ejemplo de resistencia pacífica y masiva y de respaldo consciente a la protesta, con la parálisis de la zona industrial.

Pero el éxito del paro en Yumbo puso furioso al régimen de Iván Duque que desató desde la medianoche del domingo 16 de mayo y las primeras horas del lunes 17 una feroz represión con su policía contra diversos puntos de la resistencia popular, principalmente en los sectores de La Estancia y Comfandi, represión que luego se expandió a toda la ciudad.

La violencia oficial se prolongó durante 24 horas, pues llegada la medianoche del martes 18 de mayo se seguía experimentando el terror policial, que dejó tres jóvenes asesinados a balazos, 30 heridos, la mayoría con armas de fuego, y numerosos detenidos.