El presidente de Estados Unidos, Joe Biden calificó la situación en Brasil como "escandalosa" y algunos legisladores pidieron que Jair Bolsonaro fuera extraditado a Brasil.
Líderes mundiales condenaron durante las jornadas del domingo y este lunes la intentona golpista de partidarios del expresidente Jair Bolsonaro contra las sedes de importantes edificios gubernamentales, incluyendo el de la Presidencia, en Brasilia.
El jefe del Estado de la Ciudad del Vaticano, Jorge Bregoglio, papa Francisco, expresó también su rechazo a las acciones que denominó "antidemocráticas y vandálicas" de grupos golpistas en Brasil, motivadas por “la carga de tensiones y formas de violencia que exacerban los conflictos sociales”, aunque evitó mencionar por su nombre a Jair Bolsonaro.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden calificó la situación en Brasil como "escandalosa" y algunos legisladores estadounidenses de alto rango pidieron que Jair Bolsonaro fuera extraditado a Brasil tras estos hechos.
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, calificó a Brasil como “un gran país democrático” y dijo que confiaba en que se respetaría la “voluntad del pueblo brasileño y de las instituciones del país”.
Según el portavoz de la cancillería china , Wang Wenbinm, Beijing "se opone firmemente al ataque violento" contra las sedes del poder en Brasil, declaró y subrayó que su país "apoya las medidas tomadas por el gobierno brasileño para calmar la situación, restaurar el orden social y preservar la estabilidad nacional".
En la misma dirección se pronunció Rusia, a través del portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, quien afirmó que Moscú "condena de la manera más firme las acciones de los instigadores de disturbios y apoyamos plenamente al presidente brasileño Lula da Silva".
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, dijo que Lula había sido “elegido democráticamente por millones de brasileños a través de elecciones libres y justas”, y condenó “el asalto a las instituciones democráticas de Brasil”.
El presidente francés Emmanuel Macron se pronunció en el sentido de que Lula podía contar con el "apoyo inquebrantable" de su país y que "la voluntad del pueblo brasileño y las instituciones democráticas deben ser respetadas".
Asimismo se pronunció el jefe de Gobierno de España, Pedro Sánchez, quien también ofreció a Lula "todo su apoyo" y agregó: “Condenamos categóricamente el asalto al congreso de Brasil y llamamos a un retorno inmediato a la normalidad democrática”.
Estos líderes se unen a las declaraciones inmediatas que los colegas latinoamericanos y caribeños de Lula realizaron apenas se conocieron las primeras imágenes del intento de golpe de Estado en Brasilia.