Aviso

López Obrador: Chevron extraerá un millón de barriles diarios en Venezuela  - HispanoPost 

El precio del petróleo venezolano promedió 74,2 dólares en el primer cuatrimestre de este año y una de las firmas internacionales de análisis mercado afirma que tal valor generó para la nación 4.600 millones de dólares, sin dejar de augurar más ingresos acordes a vaticinios de mayor producción petrolera, favorecida por la actual política petrolera del Gobierno, el contexto del conflicto en Ucrania y del acercamiento de EEUU a Venezuela.

En promedio, el crudo Merey, el producto más común de exportación en Venezuela, costó 88,1 dólares por barril en marzo y 74,2 dólares en el primer cuatrimestre. Esas cifras son 90% y 76% más elevadas que las de 2021.

Las agencias de noticias reseñaron un informe de la firma británica de servicios financieros Grupo Emfi, el cual apunta que las exportaciones de petróleo en Venezuela generarán ganancias de al menos 20.000 millones de dólares en 2022, siendo esta la tercera compañía del Reino Unido que dice observar en las últimas semanas una ventana de mejora económica moderada en el país sudamericano.

El reporte de Emfi, titulado “Venezuela, el petróleo todavía está brincando al alza”, indica que la producción de crudo en el país sudamericano refleja “crecimiento robusto” en sus comparativos de año a año, pero acota que todavía “permanece por debajo de los picos establecidos en diciembre” del año pasado.

El Gobierno venezolano reportó a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) que su producción de diciembre fue de 871.000 barriles por día (bpd), mientras que las fuentes secundarias aseguraron que la cuota fue de 681.000.

Emfi subraya que la producción de marzo fue de 697.000 bpd, según fuentes secundarias. Esa cifra simboliza un aumento de 33% en la producción entre marzo de 2021 y el mismo mes de este año.

La firma resalta, además, que los números de la industria petrolera venezolana no han mejorado sustancialmente desde diciembre mientras “problemas de calidad (del crudo) y cargamentos retornados impiden las exportaciones”.

Emfi puntualiza que Venezuela ganó 4.600 millones de dólares por exportaciones de petróleo en el primer cuatrimestre de 2022, según fuentes secundarias, pero acota que no está claro si esas cifras incluyen los descuentos con que el país ha vendido su crudo por las sanciones y “problemas de calidad”.

El informe concluye que los exorbitantes precios mundiales del petróleo y los volúmenes estables “ponen a Venezuela en una buena posición para generar 20.000 millones de dólares en exportaciones de petróleo este año”.

Una reseña de la agencia Reuters destaca que, en marzo, el presidente Nicolás Maduro dijo que Pdvsa tiene la meta de alcanzar los dos millones de bpd al finalizar este año. Su proyección coincidió con la visita de una delegación de alto nivel del gobierno de Estados Unidos a Caracas. Maduro y voceros de la Casa Blanca, como el asesor de la presidencia Juan González y el embajador James Story, se reunieron en el Palacio de Miraflores para tratar “asuntos energéticos”.

Las proyecciones de Maduro encuentran asidero en las declaraciones del presidente de México, Luis Manuel López Obrador, quien recién apuntó en su tradicional rueda de prensa que “EEUU no tiene ideología. Su Dios es el dinero”.

“Decían horrores de Venezuela. Alentaron a la oposición contra el Gobierno de Venezuela. El opositor, Guaidó, fue al Congreso y lo aplaudieron con euforia. Ahora viene el conflicto Rusia Ucrania. Tienen problemas con el petróleo y el gas porque Rusia produce petróleo y gas. Y de repente un acuerdo con Venezuela para que la empresa estadounidense Chevron extraiga un millón de barriles diarios. ¿Qué prevaleció? Los intereses”. 

Las palabras de Obrador van a la par del informe de Emfi, el cual es el tercer reporte de su tipo en concluir, en los últimos días, que Venezuela va en buen camino para una moderada recuperación de su producción petrolera y, por ende, de su economía.

Otro indicio de alza de producción lo dio la agencia Reuters, la cual informó que algunas firmas petroleras estadounidenses cuyas operaciones en Venezuela fueron congeladas por las sanciones se están uniendo a una apelación a Washington para obtener autorizaciones para reiniciar la perforación petrolera en el país sudamericano, según ocho fuentes con conocimiento de las conversaciones.

Las sanciones se impusieron por primera vez en 2019 para ahogar las exportaciones de petróleo y privar a Caracas de su principal fuente de ingresos en su intento por ver la destitución del presidente de la República, Nicolás Maduro.

Si se les permite reanudar el trabajo, Venezuela podría aumentar rápidamente la capacidad de producción más allá de un millón de barriles por día (bpd), dijeron analistas, citó Reuters.

Reuters dice que Schlumberger (SLB.N), Halliburton (HAL.N), Baker Hughes (BKR.O) y Weatherford International (WFRD.O) tienen prohibido desde 2019 ayudar a la estatal venezolana PDVSA y sus empresas conjuntas a producir petróleo. Cualquier flexibilización por parte del Departamento del Tesoro de EEUU de una licencia restringida que las cuatro empresas comparten con Chevron Corp (CVX.N) podría permitirles expandir sus operaciones.

Desde que Estados Unidos impuso por primera vez sanciones comerciales de petróleo a Venezuela, muchas empresas retiraron equipos y personal y cancelaron cientos de millones de dólares de sus activos allí. Pero más de una docena de plataformas permanecen almacenadas cerca de los yacimientos petrolíferos más grandes del país.

Las compañías petroleras que aún tienen presencia en Venezuela podrían reactivar rápidamente los equipos en el país, dijeron las fuentes, lo que podría reactivar la producción de crudo, que se mantiene en un 40% de los niveles anteriores a la sanción.

A pesar de esa situación, aclara Wood Mckenzie, una eventual flexibilización de las sanciones e inversiones en proyectos de crudo pesado “pueden disparar la producción a 1,5 millones de barriles al día antes del fin de esta década”.


Entre 1913 y 1921 el petróleo de Venezuela fue de la Shell

Los contratos petroleros entregados vía concesiones a Vigas, Jiménez Arraiz, Aranguren y Planas durante el gobierno de Cipriano Castro en 1907, y el convenio Valladares en 1912, constituyen el punto de partida de la industria petrolera venezolana, cuenta César Balestrini, presidente en 1990 de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, en su charla Política Petrolera del Régimen Democrático, dictada durante el foro Vigencia del Pensamiento de Juan Pablo Pérez Alfonzo.

Aníbal Martínez, en su libro Cronología del Petróleo Venezolano, señala que el 2 de enero de 1912, Rafael Valladares, apoderado de General Asphalt, subsidiaria de New York and Bermúdez, logra una concesión de la dictadura de Juan Vicente Gómez que cubre aproximadamente la misma extensión de los estados Anzoátegui, Carabobo, Táchira, Monagas, Mérida, Lara, Trujillo, Yaracuy, Amazonas y parte Zulia, Falcón y Sucre. 

Pasaron apenas cuatro días, el 6 de enero de 1912, para que Valladares transfiriera la concesión a la Caribbean Petroleum, empresa que apenas tenía cuatro días de haber sido registrada en Filadelfia, EEUU. La Caribbean Petroleum fue creada por manejar las concesiones que la General Asphalt negocia en Venezuela.

El 15 de agosto de 113 la New York & Bermúdez Company descubre el campo Guanoco al completar con éxito la perforación del pozo Bababui 1; sin embargo, será abandonado debido a la alta viscosidad de petróleo de la zona y la carencia de tecnología.​ La empresa anglo holandesa Royal Dutch Shell adquiere a la General Asphalt las acciones de la Caribbean Petroleum Company.

Fueron tan irregulares las transferencias, que el 11 de marzo de 1917, el ministro de la Legación de EEUU, Preston Mc Goodwin, informa al Departamento de Estado la incertidumbre en cuanto a la legalidad de los títulos de Caribbean Petroleum. 

Balestrini cita que estos contratos abarcaron una extensión de 50 millones de hectáreas, alrededor de 500.000 kilómetros cuadrados, la mitad de Venezuela, y se caracterizaron por la extrema prodigalidad con la cual se otorgaron, pues fueron transferidos a  empresas subsidiarias del Grupo Royal Dutch Shell y significaron la entrega graciosa de la riqueza petrolera nacional y el monopolio de esta empresa transnacional para ejercer todas las actividades de esta industria hasta 1921, cuando la Standar Oil Company se estableció en Venezuela, la cual explotó el pozo Barrosos Nro 2 y descubrió el gran potencial petrolero del Campo Costanero Bolívar, en el oriente del Lago de Maracaibo.