Los pueblos indígenas de Colombia pidieron al Gobierno de Iván Duque garantías al derecho a trabajar las tierras, a la vida y a su autonomía.
La Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) pidió al Gobierno del presidente Iván Duque que les garantice la pertenencia de sus territorios, así como la defensa de su vida y la autonomía que les corresponde como pueblos originarios.
La organización social denuncia que actualmente viven confinados en sus localidades debido a los enfrentamientos armados que se dan a diario en sus localidades.
La ONIC precisó que “las comunidades de los pueblos indígenas Embera Katío, Embera Dóbida, Senú y Wounaan, de la región del Bajo Atrato, se encuentran en situación de confinamiento por las acciones de grupos al margen de la ley en esa zona del noroeste colombiano”.
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Señalaron que a esto se une la grave violación a los derechos humanos que viven al menos “170 familias Embera y 46 de la comunidad de Pueblo Antioquia, del Resguardo Indígena Salaki Pabarandó, quienes están bajo grave riesgo por la presencia de actores armados que se disputan el control territorial, convertido en corredor hacia Panamá”.
Solicitaron también a la “comunidad internacional monitorear la situación de confinamiento, amenazas, militarización de la vida y dificultad en el libre tránsito para la realización de actividades propias que sufren las comunidades en sus territorios”.
En febrero de 2019, la ONIC reveló que "de 146 asesinatos a líderes sociales en 2018, 58 afectaron a líderes indígenas y afrodescendientes y, de asesinatos en 2019, ya llevamos siete casos que afectan a líderes étnicos".
"Del total de agresiones contra líderes sociales en 2018, que fueron 347, 149 fueron afectaciones a pueblos indígenas y afrodescendientes", agregó.
Los departamentos donde el riesgo para ejercer el liderazgo étnico es mayor son Cauca, Valle del Cauca, Chocó, La Guajira, Nariño, Antioquia y Putumayo, de acuerdo con los reportes de asesinato.