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El 10 de diciembre –día internacional de los Derechos Humanos– fue el día escogido por la bancada de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) para realizar la audiencia pública sobre sustitución de cultivos de uso ilícito en el Salón Boyacá del Congreso de la República, espacio para socializar avances y retrasos del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito– PNIS. Al evento, moderado por el representante a la Cámara, Jairo Cala, fueron invitados delegados de comunidades campesinas de las regiones donde este programa se desarrolla (Magdalena Medio, Antioquia, Guaviare, Putumayo, Nariño, Cauca, Valle del Cauca, Chocó, entre otros), los ministerios del Interior, de Agricultura, de Salud, de Defensa y de Justicia.

También fueron convocados delegados del PNIS, representantes de la academia, ONG y congresistas. Cabe resaltar que, por parte del Gobierno nacional solo asistieron el Viceministro de Justicia, Juan Francisco Ospina, y el director del PNIS, Charles Dulcey.

Ante la ausencia de los delegados del Gobierno, los distintos voceros de las regiones donde más cultivos de uso ilícito se registran en el país, afirmaron que luego de la firma de los acuerdos de sustitución con el Gobierno de Juan Manuel Santos, vino la represión del Estado por medio de la Fuerza Pública, las judicializaciones y persecución de los líderes sociales territoriales y de la Coordinadora Nacional de Cultivadores de Coca, Amapola y Marihuana – Coccam. Además, centraron sus exigencias en el cumplimento de lo pactado en el punto 4 del Acuerdo Final de Paz como garantía de un proceso efectivo de sustitución gradual y concertada. De igual forma, resaltaron la necesidad de una Reforma Rural Integral que permita la legalización de tierras, apoyo técnico, infraestructura y condiciones de comercio justo para poner en marcha nuevos cultivos para la producción de alimentos y el desarrollo de proyectos que fortalezcan la economía propia, para así contribuir a la economía nacional y la construcción de una paz estable y duradera.

Los enfoques étnicos y de género fueron resaltados como parte esencial para el proceso de sustitución, donde las tradiciones culturales y la participación de la mujer complementen el desarrollo de las comunidades que están decididas a sustituir, comunidades que han cumplido lo pactado con el Gobierno y quienes aseguran volver a las calles y carreteras del país si sus exigencias no son escuchadas por la vía del diálogo. La consigna final fue: la paz con hambre no es paz, un mensaje claro y contundente para el gobierno de Iván Duque, quien deberá escuchar a las comunidades y cumplir lo pactado en el PNIS y en el Acuerdo Final de Paz.

El encuentro culminó con un acto simbólico con matas de coca en la Plaza de Bolívar, donde campesinos y campesinas reiteraron la grave crisis que atraviesa el programa de sustitución y se mostraron dispuestas a seguir con su compromiso, esperando respuestas y voluntad por parte del Gobierno nacional.

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