Aviso

 

Una bomba de indignación estalló esta semana en los medios de comunicación y redes sociales por cuenta de una resolución relacionada con la pesca de tiburones. Esto opinan tres expertos independientes que han trabajado por años en este tema.

Con los tiburones todo parece un grandísimo malentendido. Para empezar las películas, con la de Steven Spielberg de primera en la lista, los han retratado como los grandes asesinos del mar. ¿La verdad? Cada año se registran alrededor de 10 ataques de estos animales contra personas. Millones menos de las muertes que causan los mosquitos que transmiten malaria, dengue y otras enfermedades. El peligro es al revés: cada año los humanos pescamos más de 100 millones de tiburones.

 

Cerro la jornada electoral en Cali y el escogido por la ciudadanía para presidir los destinos de la ciudad en los próximos años (2020-2023) será el medico Jorge Iván Ospina, un prominente líder ajeno a los clanes históricos de la oligarquía hacendaria que por siglos ha tenido el control de este importante centro urbano del sur occidente colombiano a espaldas de sus habitantes en su gran mayoría afrodescendientes e indígenas.

No la tuvo fácil.

Desde los poderosos grupos imperantes en el campo político local se desató una feroz campaña de amenazas, mentiras y atentados para bloquear su regreso a la administración de la capital vallecaucana.

 

Hace ciento treinta años, después de visitar el país de las maravillas, Alicia se metió en un espejo para descubrir el mundo al revés. Si Alicia renaciera en nuestros días, no necesitaría atravesar ningún espejo: le bastaría con asomarse a la ventana.
Eduardo Galeano

 

Sin duda al asomarse a la ventana  a Alicia no dejaría de sorprenderle lo que pasa en Colombia, en donde se reprime la vida y se premia la muerte, aquí las noticias, esas que no logran ocultar, terminan generando una extraña mezcla de risas, rabia e impotencia, amasijo que se está acumulando en la memoria de las clases populares, una bomba de tiempo que hará girar la rueda de la historia devolviendo al pueblo su dignidad y entereza.

 

El Estado colombiano ha sostenido en la historia una subordinación directa a los Estados Unidos y sus diferentes Instituciones Financieras Internacionales. Mientras que la gran mayoría de las naciones de América Latina en la década de los 70 y 80 eran desfalcadas por las crisis gestadas por el sistema económico internacional liderado por Estados Unidos, [1] y eran acorraladas económica y militarmente para adoptar políticas neoliberales, el Estado Colombiano las incorporaba como letra sacra debido a los intereses entremezclados de las elites tanto en el escenario nacional como internacional. (Vega, 2014)

 

Esta característica de Estado conllevó a que Colombia se presente como uno de los más, e incluso como el más violento, de América Latina con graves procesos de violación de los Derechos Humanos auspiciado directamente por Estados Unidos y el gran capital que delinearon y financiaron procesos de opresión a las clases subalternas en el país por medio de créditos, colaboraciones y particularmente por el denominado Plan Colombia que tenia como fuente

 

Este jueves 31 de octubre los estudiantes, profesores, trabajadores y padres de familia de la Universidad de Córdoba en Montería realizaran una gran marcha de las antorchas para expresar su inconformidad con las políticas del gobierno del señor Ivan Duque quien viene torpedeando la implementación de los acuerdos alcanzados por la histórica huelga estudiantil universitaria del segundo semestre del 2018.

La movilización despega a las 5 de la tarde en el “El Parque de las Iguanas”, localizado al interior del alma máter. En este sitio se hará la reunión con todas las personas para iniciar el recorrido.

Además de denunciar el incumplimiento del gobierno nacional, se pretende denunciar la persecución contra los estudiantes, promovida desde las directivas universitarias que encabeza Jairo Torres Oviedo en alianza con la senadora ultraderechista del uribismo Ruby Chagui, reconocida parapolítica de esta región colombiana.