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La comunicación es una relación social de vital importancia en la historia de la humanidad. Con el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación, la propiedad y el control sobre los medios se hizo una cuestión estratégica. Su importancia lea permitió convertirse en objeto de estudio desde sus formas más simples hasta las más complejas; sin embargo, las teorías y marcos de investigación que han surgido analizan una u otra característica, dejando de lado aspectos transcendentales para su comprensión, situación apenas normal si reconocemos que la academia y su producción también forman parte de intereses políticos.

La comunicación ha sido estudiada desde diferentes marcos de investigación. Uno de estos es la economía política, cuyo uso no es tan común en Colombia. De hecho y no solo aquí, la formación en economía política ha sido desplazada luego de imponerse en las academias la economía neoclásica, impregnada de la física del siglo XVIII e identificada con “matemathics Economics” como lo planteo Marshall (1890), dejando de lado otras ciencias sociales que la complementan, la historia, la totalidad social y la praxis.

 El Frente de Guerra Nororiental Comandante en Jefe Manuel Pérez Martínez del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia, informa a las comunidades del Catatumbo, de Norte de Santander, de Colombia y del mundo, a los medios de información nacionales e internacionales, a los usuarios de las redes sociales, a las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos (DDHH) y demás interesados, lo siguiente:

Que producto de la matriz comunicacional que se viene imponiendo en contra de la Organización por parte del Estado colombiano que dirige Iván Duque, donde su principal interés es incriminarnos en el negocio del Narcotráfico y vincularnos con el Cartel de Sinaloa y por ende la DEA, su patrón; vienen relacionando a personas que han sido capturadas en los últimos días como miembros del ELN de Colombia.

La víctima se llamaba Juliana Giraldo y tenía 36 años. Los gritos de su esposo fueron desgarradores. Otra vez la Fuerza Pública atacando a civiles desarmados

Los gritos son desgarradores. El esposo de Juliana grita a los cuatro vientos «No teníamos drogas, ni armas, no sé por qué me la mataron». Es que de un disparo en la cabeza, en el sector de Miranda, Cauca, el ejército habría matado, según denuncias de la comunidad a una mujer de 36 años.

 

Alrededor del expresidente Álvaro Uribe Vélez, Colombia se divide en posiciones de apoyo y rechazo. Hace unos meses, cuando la Corte Suprema de Justicia solicitó medida de aseguramiento en su casa, fueron muchas las manifestaciones de respaldo que aparecieron en varias calles de ciudades colombianas.

Paralelamente, han ido apareciendo también carteles y vallas publicitarias en contra del expresidente como esta, instalada en Barrancabermeja y que hoy se viraliza en redes sociales.

 

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos –CIDH-, aceptó la demanda en contra del Estado colombiano, instaurada por las víctimas de la masacre de la vereda La Rejoya ubicada entre los municipios de Popayán y Cajibío en el Cauca, en la que fueron asesinadas 10 personas.

Según lo que se ha documentado y lo declarado por personas vinculadas a procesos judiciales, como responsables de este hecho; la masacre fue perpetrada por paramilitares del Bloque «Mártires de Ortega» y miembros de Ejército Nacional. No obstante, según las víctimas que acuden ante la CIDH «las investigaciones a nivel penal no han sido encaminadas correctamente a fin de sancionar a todos los particulares y funcionarios públicos que participaron en la masacre de La Rejoya».