Los fármacos inhibidores de PARP (iPARP, utilizados para impedir que las células cancerosas reparen su ADN una vez dañadas por la quimioterapia) ofrecen beneficios en todos los grupos de mujeres con cáncer de ovario con o sin mutaciones genéticas, así como en diferentes contextos de esta enfermedad avanzada, informaron expertos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).

Aunque su utilización se limita en pacientes con recaídas, los resultados de estudios en fases más precoces del cáncer de ovario revelaron que “llegarán próximas aprobaciones en estas situaciones”, enfatizó la SEOM, haciendo referencia a la existencia de investigaciones en el campo de la inmunoterapia, monoterapia y la combinación de ambas. 

El poder de los inhibidores, supone un gran avance en el tratamiento del cáncer de ovario, teniendo en cuenta que actualmente solo existen tres fármacos aprobados: olaparib, niraparib y rucaparib. 

El cáncer de ovario, es la principal causa de muerte por tumores malignos ginecológicos, debido a que la mayoría de las pacientes -entre 70 y 80%- se diagnostican en estadios avanzados de la enfermedad.