Aviso

 

El reconocimiento por la OMS de que el aspartamo ocasiona cáncer (https://www.nytimes.com/2023/07/13/health/aspartame-cancer-who-sweetener.html) llega tarde. Desde 1984, o sea desde hace 40 años, hay estudios que indican que el aspartamo tiene propiedades oncogénicas (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/6536604/), y más recientemente otro estudio (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8227014/) revisó sus posibles relaciones con obesidad, diabetes mellitus, niños y fetos, autismo, neurodegeneración, fenilcetonuria, alergias y problemas de la piel, sus propiedades cancerígenas y su genotoxicidad llegando a resultados que cuanto menos deberían de haber provocado la imposición automática del principio de precaución para preservar la salud de la población.

Sin embargo, la OMS, fiel a los intereses empresariales, ha permitido la venta y distribución de este producto, como está sucediendo en la actualidad con los compuestos PFAS, porque las decisiones de salud están supeditadas en primer lugar a los intereses de las grandes compañías.

La experiencia nos indica que cuando un producto se prohíbe (por ejemplo, el plomo en la gasolina), sus efectos tóxicos eran conocidos desde hacía décadas, pero lo que determina las políticas sanitarias son los intereses del capitalismo.

Imagen: “Aspartamo NO Dukan” by Maria Martinez Dukan is licensed under CC BY-NC-ND 2.0.