Si hay una expectativa que asiste a millares de colombianos, es que termine la guerra y que en los campos no vuelvan a escucharse tiros de fusil en la distancia.
Rosaura conserva dos cosas en el armario, que para ella son sagradas. El álbum con fotos de la familia, muchas de ellas de Nicolás—a quien vio por última vez cuando terminaba el bachillerato—, y 37 cartas que le ha enviado, desde la lejanía de las montañas, en las que le dice que la ama y que no ve la hora de tomarse un café con el “viejo”, en alusión a su padre.
El muchacho, que hoy debe tener 25 años, se fue para la guerrilla envalentonado por todos los libros y folletos que le compartieron en el colegio, y con el íntimo deseo de ver una Colombia diferente, con igualdad. “Algún día esto va a cambiar”, les repetía. Era su frase de siempre, hasta el día que se marchó con un maletín que le habían regalado de cumpleaños, con la promesa de regresar después del fin de semana.
Desde entonces, su madre no se pierde noticiero de televisión, atenta a las notas sobre enfrentamientos del ejército y la insurgencia. El corazón le palpita cuando aluden a las bajas, pendiente de las imágenes para ver si entre los fallecidos, está Nicolás.
Rosaura espera con ansias el 3 de agosto próximo. Ese día, en Bogotá, se instalará el comité nacional de participación de los diálogos con el ELN, entrará en vigencia el cese al fuego bilateral y se definirán los nueve protocolos para el cumplimiento de lo pactado, con asistencia de la veeduría internacional, la iglesia y las expresiones ciudadanas.
Junto a ella, decenas de colombianos que le apostamos a una paz total, porque no aguantamos más años de guerra. Y, sin duda, al término del proceso ella espera que un día cualquiera toquen a la puerta y en el umbral, pueda ver a Nicolás, con una sonrisa amplia y tranquilizadora, para no irse jamás, y tomarse todas las tardes un cafecito con el “viejo”.
Correo: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.