El abogado y analista político Rubén Gisbert, que llegó al Donbass por sus propios medios para cubrir lo que sucede en la zona, denuncia que ha tenido que salir de allí por amenazas.
Gisbert afirmó que desde hace entre dos y tres semanas se estaba difundiendo información de que, sobre todo en la ciudad de Mariúpol, había muertos civiles, provocados por combatientes relacionados con el Gobierno ucraniano o por integrantes del Ejército del país.
En estas condiciones, el analista decidió acercarse "lo máximo posible" a la zona y viajar allí por sus propios medios para verificar la información. "Es que gran parte de la información que llega [sobre muertes de civiles en Mariúpol] es cierta y no hay voluntad de Occidente de investigar y de informar sobre lo que está sucediendo en Mariúpol y en el Donbass, con una clara finalidad política", declaró a RT.
Gisbert hizo hincapié en que no apoya ni a Rusia, ni a Ucrania. Explicó que España y Occidente están suministrando armas a Ucrania, por lo que hay que ver qué se hace con estas armas. "Si esas armas se utilizan para matar a civiles porque piensan de determinada manera, eso es un genocidio. Y por lo tanto mi país sería cómplice de un genocidio", afirmó, agregando que exige que se organice una misión de observación internacional para "comprobar qué es lo que está pasando sobre todo en la ciudad de Mariúpol".
El analista español señaló que no pudo entrar en esta localidad, pero, en un centro comercial cercano a la urbe, entrevistó a "muchísimas personas" que le relataron sobre las atrocidades que ocurrieron en la zona, "desde disparos a civiles que intentaban salir de la ciudad, [hasta] matar a gente en la calle". Afirmó que una persona le relató que integrantes del batallón ucraniano de Azov estaban "descargando muertos a su casa" y le pegaron un tiro, cuando les pidió que no lo hicieran.
"La clara intención de narrar los hechos de una única manera"
Gisbert admitió que a raíz de su actividad recibió amenazas. Según sus palabras, numerosas personas lo tacharon prorruso e incluso un espía ruso y solicitaron, difundiendo sus fotos, que se determinara su ubicación dentro de Ucrania. Además, están circulando sus datos personales y su dirección personal, por lo que existe una amenaza no solo para él mismo, sino para su familia y sus seres queridos.
En cuanto a la cubertura de los hechos en Ucrania en medios españoles, Gisbert indicó que se observa "una propaganda de guerra". En ese contexto, recordó que se realizó "un bombardeo indiscriminado y constante a civiles desde 2014 hasta hoy", por ejemplo, en la ciudad de Górlovka (República Popular de Donetsk), pero todo eso "no se cuenta en Occidente". "No se cuenta con la clara intención de narrar los hechos de una única manera", dijo, calificando esta situación de "preocupante". Subrayó que la gente debe conocer toda la información "para saber si las medidas políticas que se están tomando son correctas y son adecuadas".