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El jefe del Centro Nacional de Gestión de Defensa ruso, Mijaíl Mízintsev, informó este miércoles que nacionalistas ucranianos bombardearon la localidad de Dergachi, en la provincia de Járkov, y grabaron videos de las destrucciones y «numerosos muertos» para transmitirlos a los medios occidentales, reseña Sputnik.

En esta acción -señala- participaron representantes de agencias de noticias occidentales, fue dirigida por militares del 72º Centro de Operaciones Psicológicas y de Información de las Fuerzas Armadas de Ucrania, enfatizó.

Mízintsev subrayó que todos los participantes de la «filmación escenificada» de los civiles recibieron una recompensa de 25 dólares estadounidenses en efectivo.

El 3 de abril las autoridades ucranianas y los medios de comunicación internacionales difundieron numerosas imágenes, en las que aparecen cadáveres de civiles en las calles de Bucha, localidad que estuvo bajo el control de las tropas rusas hasta el 30 de marzo pasado.

Muchos usuarios de Internet dudaron de lo verídico de las acusaciones que Kiev dirigió a Moscú, señalaban que no se veía sangre cerca de los cuerpos, que algunos de los «muertos» estaban moviendo los brazos, e incluso el espejo retrovisor registró que uno cambió de posición apenas el auto en que iba el camarógrafo pasó adelante.

El ministerio de Defensa ruso calificó las fotos y vídeos publicados de «un nuevo montaje», al asegurar que durante la estancia de los militares rusos en la ciudad «ningún civil local sufrió agresión alguna».

A la vez indicó que «los suburbios del sur de la localidad, incluidos los barrios residenciales, fueron bombardeados las 24 horas por militares ucranianos con artillería de gran calibre, tanques y sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple».

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró el 4 de abril pasado que Rusia rechaza categóricamente cualesquiera afirmaciones de tener que ver con la muerte de civiles en Bucha y exige que los líderes mundiales no se apresuren a dirigir acusaciones gratuitas a Rusia y que presten oído a la argumentación de Moscú.

El embajador de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, mostró el 4 de abril a los periodistas unas pruebas de que la presunta «masacre de Bucha» fue una esenificación, en particular presentó un vídeo en que el alcalde de esa ciudad no dice ni una palabra sobre los «asesinados».