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Horas antes de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno 2022 de Pekín, ha arrancado la reunión entre el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y su homólogo chino, Xi Jinping.

Durante la reunión, centrada en el desarrollo de la cooperación estratégica bilateral, Putin ha señalado que las compañías rusas han preparado nuevas decisiones sobre los suministros de hidrocarburos a China y un nuevo contrato para el suministro de 10.000 millones de metros cúbicos de gas al año desde el Lejano Oriente de Rusia.

"Para nuestra reunión de hoy nuestros trabajadores del sector petrolero han preparado muy buenas y nuevas decisiones sobre los suministros de hidrocarburos a China", ha afirmado el presidente ruso, que llegó al país asiático junto con el ministro de Energía, Nikolái Shulguinov, y el jefe de la petrolera Rosneft, Ígor Sechin.

Efectivamente, Rosneft y la Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC) han firmado un acuerdo para el suministro de 100 millones de toneladas de crudo a China a través de Kazajistán durante diez años. Además, CNPC ha firmado otro acuerdo de compraventa a largo plazo de gas natural por la ruta de Lejano Oriente con Gazprom.

Por su parte, Xi Jinping ha destacado que ambos países constituyen "un pilar fiable" para unir al mundo a la hora de superar las crisis y defender la igualdad, haciendo realidad conjuntamente el auténtico multilateralismo, con un espíritu democrático. Además, ha afirmado que Pekín y Moscú defienden enérgicamente sus intereses nacionales en el mundo.

  • Se trata de la primera vez que el líder ruso se reúne con su homólogo chino personalmente desde el inicio de la pandemia de coronavirus, hace dos años.

En su declaración conjunta, ambos presidentes afianzan la cooperación en materia económica, comercial, energética, financiera, humanitaria, científica y técnica. Asimismo, se comprometen a intensificar el trabajo para aumentar la cooperación entre la Unión Económica Euroasiática y Pekín, en el marco de su Iniciativa de la Franja y la Ruta; así como a estrechar la cooperación para garantizar el desarrollo sostenible del Ártico y a reforzar los contactos en materia del transporte sostenible e inteligente.

Desde una perspectiva global, Moscú y Pekín se expresaron en contra de los "intentos" de ciertos países de imponer "normas democráticas" a otros Estados y de "trazar líneas divisorias por motivos ideológicos, incluso mediante la creación de bloques estrechos y alianzas coyunturales", lo que consideran un "ejemplo de menosprecio de la democracia y un retroceso de su espíritu y sus verdaderos valores".

En ese sentido, se opusieron a que la OTAN siga expandiéndose, e instaron a la Alianza Atlántica a "renunciar a los enfoques de la ideología de los tiempos de la Guerra Fría".

La carta de Putin al pueblo chino

En vísperas de su visita a Pekín, el mandatario ruso publicó una carta dirigida a los lectores chinos e internacionales de la agencia Xinhua, en la que destacó la centenaria amistad y la creciente confianza entre los dos Estados vecinos.

Putin abordó allí múltiples asuntos que interesan en común a los gigantes de Eurasia, entre ellos la cooperación en niveles bilateral, regional y mundial, la importancia de las tecnologías e inversiones chinas en el desarrollo de Siberia y el Lejano Oriente ruso, así como el reforzamiento de las relaciones comerciales y la mitigación de los impactos negativos causados por las sanciones unilaterales.