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 La Secretaría de Relaciones Exteriores de México manifestó "profunda preocupación" y "rechazo categórico" a la invocación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) con respecto a Venezuela.

"México expresa su profunda preocupación y rechaza categóricamente la invocación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) aprobada en la sesión del día de hoy (11 de septiembre) del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), y reitera que condenará cualquier decisión que se tome mediante el uso de la fuerza", manifestó en un comunicado.

La nota recuerda que México se opone rotundamente a la opción de usar la fuerza militar que se contempla en el TIAR, por lo que denunció dicho tratado el 6 de septiembre del 2002.

La representante permanente de México ante la OEA Luz Elena Baños Rivas, puntualizó que el TIAR "sienta un peligroso precedente para la democracia, el derecho internacional, la búsqueda de la paz, la solución pacífica de controversias y la no intervención en los asuntos de otros Estados".

Invocar un tratado que prevé el uso de la fuerza en ausencia de un ataque armado, según la Secretaría de Relaciones Exteriores, es contrario a las reglas de derecho internacional.

"Resultaría aún más grave que un eventual uso de la fuerza se pretendiera enmarcar bajo el concepto de legítima defensa, que de ninguna manera puede invocarse como acción preventiva", advierte el comunicado.

La nota reitera la adhesión de México a las normas de derecho internacional y su "firme convicción para encontrar una solución pacífica, democrática y dialogada a la situación por la que atraviesa la República Bolivariana de Venezuela".

El Consejo Permanente de la OEA, integrado por 19 países, aprobó el 11 de septiembre convocar al Órgano de Consulta del TIAR, en una votación de 12 naciones a favor, cinco abstenciones y una ausencia.

Los países que aprobaron la propuesta fueron Argentina, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Haití, Honduras, Paraguay y República Dominicana, junto al representante de la Asamblea Nacional de Venezuela (de mayoría opositora y declarada en desacato por el Gobierno venezolano), en representación de Juan Guaidó, autoproclamado presidente de esa nación suramericana.

Costa Rica presentó una enmienda para evitar una respuesta militar que fue rechazada, por lo que se abstuvo, junto a Trinidad y Tobago, Panamá, Uruguay y Perú, mientras que el representante de Bahamas estaba ausente en la reunión.

El TIAR, nunca aplicado desde su firma en 1947, contempla opciones que incluyen negociaciones diplomáticas, ruptura de relaciones diplomáticas, suspensión de acuerdos económicos y de transporte, cancelación de comunicaciones radioeléctricas y radiofónicas, e incluso una intervención militar.