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El estudio ”Panorama Laboral 2016 de Latinoamérica y el Caribe” afirma que el desempleo femenino en Colombia subió en el 2016 en 12,5 por ciento, uno de los más altos de la región, resalta hoy un informativo nacional.

El diario El Tiempo de Bogotá, que difunde ese análisis, compara que mientras en el área ese indicativo fue de 9,8 por ciento como promedio, en esta nación andina le supera en 2,7.

 

En Colombia, la tasa de participación de las mujeres en la fuente laboral en el tercer trimestre del 2016 fue de 54,3 por ciento, comparado con el 74,5 por ciento de los hombres.

 

Al comentar esos datos, el director regional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), José Manuel Salazar, expresó que ese deterioro de las condiciones laborales afecta más a la fuerza de trabajo femenina y es importante insistir en buscar una mayor igualdad en el empleo.

 

En el indicador de bajo empleo femenino, Colombia sólo es superada entre 24 países de la zona por Jamaica (17,3 por ciento), Bahamas (14,5), Belice (13,6) y Brasil (13,2).

 

Los datos anteriores ponen a este país por encima del promedio de la región, puesto que el índice de desempleo en América Latina y el Caribe aumentó a 9,8 por ciento el año pasado, luego de estar 12 meses ante en 8,2 por ciento.

 

Esa tasa de participación femenina en el mercado laboral pasó de 49,3 por ciento a 49,7 por ciento. Pero aún así continúa muy por debajo de la de los hombres, que es de 74,6 por ciento.

 

De acuerdo con datos de la OIT, la fuerza laboral femenina asciende a unos 126 millones de mujeres. Por ello, la tasa de desempleo actual implica que unas 12 millones estén desocupadas y no consiguen empleos.

 

Al referirse a ese alto número de desempleadas en el subcontinente, Salazar comentó que no se puede bajar la guardia y agregó que las estadísticas indican una posición menos favorable para las féminas, en un mercado laboral afectado por el lento crecimiento económico y en algunos casos por la contracción en cuanto al desarrollo.

 

Salazar recordó que según las últimas estimaciones disponibles, casi la mitad de las mujeres empleadas están en condiciones de informalidad en la región y que, según un informe de Cepal del 2016, las mujeres ganan 83,9 por ciento menos que los hombres.