000Feminicidio_Barranquilla.jpg

Durante este 2016 han sido víctimas por feminicidios cerca de 10 mujeres en Barranquilla cada mes. Este promedio de asesinatos sucede a menos de un año de la tipificación como delito, por parte del Congreso de la República, del feminicidio; sancionando en julio pasado con la Ley Rosa Elvira Cely, 1761 de 2015.

 

Maria Angélica Serje Arias, quien es Matemática, especialista en Didáctica de la Matemática y estudió artes escénicas en la Escuela Distrital de Artes, denunció: “Los hombres se creen dueños de nosotras, aquí en el caribe cuando una tiene una relación afectiva, deja de ser una para ser de otra persona; el machismo y el patriarcado imperan.  Nos asesinan porque somos consideradas una mercancía y empezamos a ser “de”, como cuando nuestro apellido tenía la palabra “de”. 

 

“Si yo soy la agredida, ¡cómo voy a llevarle la citación!”

 

Serje ha sido victima de la violencia contra la mujer y manifestó: “Yo denuncié en la Sijín porque fui golpeada y perseguida. Allá me dijeron que debía ir al lugar donde yo vivo, mi zona residencial, donde me dieron una citación para que se la entregara yo misma al agresor; todo, por conocerlo. Si yo soy la agredida, ¡cómo voy a llevarle la citación! Ademas, somos muy pocas las mujeres que podemos seguir el proceso judicial ya que te pueden mandar a varios lugares y resulta agotador. El riesgo asumido al continuar una denuncia pública contra tu agresor lo conozco pues varios agresores vuelven a victimizar a sus parejas”.

 

Es necesario intensificar las políticas públicas de mujeres en Colombia, el seguimiento a las mujeres violentadas de manera física, sexual y simbólica ya que todo tipo de violencia aunque no muestre el moretón sí es importante. Cuando una persona acude a la Policía Nacional es obligatorio que cuiden la vida de esta persona y reaccionar ante la posibilidad de un feminicidio, no esperar a que este se realice y sea la causa de otro asesinato.

 

Vulneración desde sus compañeros

 

Como parte de la Confluencia de Mujeres para la acción política que, ha constituido varios espacios de organización social de mujeres, Serje resalta: “Una cosa es decir a las mujeres que no callen y denuncien, pero ¿hasta qué punto esa denuncia y ese no callar son contraproducentes? En Colombia no hace falta un papel que diga que vamos a ser acogidas cuando tengamos un agresor sino que debe existir un equipo de profesionales, una persona trabajadora social, una psicóloga, para que te brinden apoyo psicosocial sobre todo; no es fácil vivir en una sociedad profundamente patriarcal como la de Barranquilla”.

 

Estos primeros cuatro meses del año han evidenciado que leyes como 1257 de 2008 o la 1761 de 2015, si no son dialogadas de manera democrática y pedagógica en Colombia, permitirán que la justicia siga a favor del victimario y no de la víctima, tal y como Serje sentencia: “Las leyes actúan en el momento que hay un feminicidio. Cuando a una la golpean piensan que nos merecemos esto, ¿quién sabe qué mujer será? Se ve al tipo quitándole el celular a la chica porque está hablando con alguien que a él no le gustó.

 

#MiPrimerAcoso

 

Esta campaña realizada y visible desde la semana pasada en varias redes sociales y medios de comunicación fue la respuesta a Catalina Ruiz Navarro, activista feminista colombiana que usó el numeral contra la violencia hacia las mujeres y provocó que se registraran relatos, en menos de 140 caracteres, de cómo fue el primer acoso sexual para miles de mujeres en Latinoamérica.

 

Desde la cuenta de Twitter de @samnbk, por ejemplo, esta mujer escribió: “Yo no recuerdo #MiPrimerAcoso. Como tampoco recuerdo lo que es caminar en la calle sin miedo a que algo pase y escale”. Este trino fue replicado por otras 779 personas.

 

La sensibilización, prevención y sanción de formas de violencia y discriminación contra las mujeres debe ser básica en la sociedad. Las mujeres en Barranquilla, así como en toda Colombia, no deben seguir siendo asesinadas como respuesta a su ser y por ello es importante organizarse y luchar frontalmente contra la violencia de género; mujeres y también hombres que no esperemos a la Ley pues esta va a llegar cuando estés muerta.