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La ministra de Finanzas, la estadounidense Natalia Yaresco, reconoció hoy que Moscú puede declarar a Ucrania en suspensión de pagos si deja de liquidar íntegramente antes de fin de año una deuda de tres mil millones de dólares.

 

Durante una entrevista al canal 5 de la televisión ucraniana, la titular admitió que es una posibilidad a tener en cuenta si no se efectuara el pago, pero pidió calma a la teleaudiencia con el argumento de que "es prematuro pensar en qué haremos nosotros y qué harán los rusos".

 

Yaresco opinó que hablar ahora sobre ese asunto sería especulación sobre una y otra parte, y reiteró que Kiev está preparada para todas las posibilidades porque no está en condiciones de honrar ese compromiso financiero.

 

Recalcó que bajo el férreo programa impuesto por el Fondo Monetario Internacional (FMI), "ante todo, tienen que ser determinados muy claramente los parámetros: cuánto dinero podemos dar a cualquier cosa, del déficit presupuestario al pago de las deudas".

 

Expresó que está lista para reunirse nuevamente con la contraparte rusa con el objetivo de debatir la restructuración de esa deuda después de la reunión del grupo de las 20 economías más desarrolladas (G-20) en Antalia, Turquía.

 

Reiteró Yaresco que el FMI no está dispuesto a respaldar a Kiev en el pago a Rusia de esa deuda, y expresó la esperanza de que ese endeudamiento no afecte el programa de cooperación con el organismo financiero especializado en terapias de choque.

 

La agencia ucraniana Ukrinform informó que según la titular, Kiev no puede pagar los tres mil millones de dólares adeudados porque Moscú no se unió al programa de su restructuración, negociado con el club de acreedores.

 

El Ejecutivo ucraniano propuso a Moscú unirse a la renegociación de la deuda ucraniana, pero ellos decidieron no participar. Ahora nos preparamos para otras posibilidades, agregó Yaresco citada por la agencia noticiosa.

 

Ukrinform recordó que el primer ministro de Ucrania, Arseniyy Yatseniuk, amenazó a Rusia con llevar este asunto a un tribunal si Moscú no acepta que el débito contraído con el Kremlin por el derrocado gobierno de Víktor Yanukóvich sea tratado como el préstamo de un acreedor privado.

 

Kiev puso en marcha en septiembre último un procedimiento para restructurar 22 mil 700 millones de dólares de su deuda pública ascendente a 70 mil millones de esa moneda.

 

El proceso afecta a los eurobonos valorados en tres mil millones de dólares que Rusia adquirió en 2013 y que Kiev rechaza considerar dentro de su deuda pública.

 

Ukrinform escribió que Moscú no posee los votos suficientes para bloquear una reforma que se trata de impulsar en el FMI, destinada a que se permita financiar a Kiev en condiciones de deudas pendientes ante otro acreedor.

 

Según esa agencia, el director del FMI de Rusia, Alexei Mozhin, explicó que se requiere una mayoría simple en las votaciones dentro del Fondo, y Moscú solo posee el 2,5 por ciento, por lo cual la reforma tiene muchas posibilidades de ser aprobada.