El nuevo Sistema Teleférico Mukumbarí, ubicado en el estado Mérida, culminó sus obras físicas que iniciaron a finales del año 2010, y que comprendieron una inversión de 600 millones de dólares por parte del Estado venezolano.

Más de 3.500 hombres y mujeres, entre ellos ingenieros y demás especialistas levantaron esta obra, única en su estilo por ser el teleférico más alto y el segundo más largo del mundo.

 

A partir de este viernes, el teleférico inicia una fase pre comercial controlada, en la que se efectuará un proceso de chequeo, verificación y ajustes pertinentes para comenzar a recibir a turistas nacionales e internacionales, durante el segundo semestre de 2016.

 

“Iniciamos una etapa de operación controlada promocional para nuestros niños, adultos mayores y personas con discapacidad”, informó la ministra de Turismo, Marleny Contreras, a través de su cuenta en Twitter @Marlenycdc.

 

El teleférico merideño cuenta con cinco estaciones: la estación Barinitas, seguida por La Montaña, La Aguada, Loma Redonda y Pico Espejo. También consta de nueve torres, un sistema electromagnético de cuatro tramos y ocho cabinas con capacidad para 60 personas.

 

Cada tramo tiene una longitud de aproximada de 3,5 kilómetros para un recorrido de 12, 5 kilómetros entre la primera y última estación, situada a 4.800 metros sobre el nivel del mar.

 

La obra está a cargo de la empresa estatal Venezolana de Teleféricos (Ventel) y prevé recibir más de 500.000 visitas por año.

 

En medio de la coyuntura económica que enfrenta el país -producto de la baja de los precios del petróleo, principal fuente de ingreso – el Estado venezolano cumplió la culminación de este teleférico, una vez que en 2008 dejara de funcionar por trabajos de rehabilitación y adecuación necesarios debido a que la estructura, inaugurada hace más de 50 años, cumpliera su vida útil.

 

La puesta en marcha de este novedoso sistema teleférico también se corresponde con el desarrollo del Motor Turismo, uno de los 15 motores que conforman la Agenda Económica Bolivariana, mecanismo diseñado por el Ejecutivo para diversificar la economía nacional.