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Ya no existe la menor duda que en 2024 los BRICS se consolidarán como un activo grupo que se encamine hacia la conformación de un mundo multipolar, que debilite la hegemonía del dólar en el comercio internacional y a la par coopere con otras naciones en desarrollo.

Al bloque económico, integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, se unieron a partir del pasado primero de enero, Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Etiopía e Irán. Argentina que debía sumarse, declinó la invitación cuando llegó al poder en ese país el ultraderechista y pronorteamericano Javier Milei.  

El presidente ruso, Vladimir Putin, cuya nación asumió en enero la presidencia para el presente año, significó que laborará bajo el lema del «Fortalecimiento del multilateralismo para un desarrollo y una seguridad mundiales equitativos», centrándose en una cooperación positiva y constructiva con todos los Estados interesados.

Agregó que Moscú contribuirá a la implementación de la Estrategia de Asociación Económica de los BRICS hasta 2025 y el Plan de Acción para la Cooperación Innovadora, procurará garantizar la seguridad energética y alimentaria, ampliar el protagonismo del grupo en el sistema monetario y financiero internacional, fomentar el desarrollo de la cooperación y el uso de las monedas nacionales en el comercio mutuo.

Con la ampliación del Grupo a partir de 2024, sus participantes representarán el 46 % de la población del planeta; el 37,6 % del Producto Interno Bruto mundial; 38,3 % de la elaboración industrial y el 80 % de la producción de petróleo, elementos fundamentales para la búsqueda de un mejor equilibrio en el orden internacional.

Otros 22 Estados se han interesados en integrase al ahora denominado BRICS+: Argelia, Afganistán, Bangladés, Bahrein, Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Indonesia, Kazajstán, México, Nicaragua, Nigeria, Pakistán, Senegal, Siria, Sudán, Tailandia, Túnez Turkiye, Uruguay, Venezuela y Zimbabwe.

Los BRICS+ se han enfocado en buscar la forma de ir eliminando el uso del dólar en sus transacciones lo cual representa una forma de disminuir la hegemonía político-económica que Estados Unidos ha mantenido durante muchos años en la arena internacional.   

Un punto importante para usar menos el billete verde, ha sido las llamadas eufemísticamente “sanciones” que Washington ha impuesto a Rusia tras la operación militar especial que esa nación lanzó para desmilitarizar y desnazificar a Ucrania. Cada día más países prefieren realizar transacciones en monedas nacionales y por ejemplo, ya la proporción de petróleo mundial que se compra y vende en divisas alternativas ha aumentado cerca del 20 % en 2023.

Según el The Wall Street Journal “a medida que más países empiecen a comerciar, especialmente en el sector energético, en sus monedas nacionales, el dólar estadounidense, cuyo papel central en las materias primas es un aspecto de su dominio más amplio en el comercio mundial, perdería fuerza en el mercado global.

Datos oficiales indican que en 2023 los cinco pioneros del BRICS solo realizaron el 28,7 % de las operaciones de importación y exportación mediante el billete verde.

Otro aporte fundamental lo dará el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) del Grupo que tendrá un papel relevante en el fortalecimiento de las economías, al facilitar empréstitos suaves sin imponer medidas coercitivas, lo que resulta una alternativa completamente opuesta a los instrumentos financieros obsoletos del mundo unipolar que como el FMI y el Banco Mundial han provocado la caída de disímiles gobiernos de países en desarrollo y como consecuencia elevan el hambre entre sus habitantes.

El NBD permitirá a las naciones miembros y a otras en desarrollo, acceder a mercados internacionales, financiamiento para inversiones, sin condicionamientos políticos, ni padecer sanciones, ni intimidaciones militaristas. 

Ese banco con sede en Shanghái, presidido por la expresidenta brasileña Dilma Rousseff, cuenta con fondos para créditos a largo plazo para lo cual China aportó en su fundación 41 000 millones de dólares mientras que Rusia, Brasil e India, sumaron otros 18 000 millones y Sudáfrica 5 000 millones y ahora recibirá los aportes de los cinco nuevos integrantes.

Las estadísticas están haciendo temblar a Washington y sus aliados occidentales que no desean un mundo multipolar más democrático. Ya en 2021 el PIB de los BRICS superó al de sus homólogos del G7 formado por Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón, que ostentan un fuerte peso en el comercio y el sistema financiero internacional.

Innegablemente que la incorporación de Irán, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos (grandes productores de hidrocarburos) Egipto y Etiopía redondeará el potencial económico de los BRICS+ que se presenta como una nueva oportunidad para la formación de un mundo más humano y democrático.

Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano.