Álvaro Rincón, habitante de San Pablo, Sur del departamento de Bolívar, fue impactado con disparos en medio de un desembarco de tropas del Batallón Nueva Granada del Ejército. Los hechos ocurrieron en la tarde del 11 de septiembre, según indicó la denuncia de la Federación Agro Minera del Sur de Bolívar -Fedeagromisbol-. Advertimos que este artículo contiene imágenes con contenido explícito.
Fedeagromisbol y la Corporación Sembrar denunciaron que, como indican versiones de la comunidad, a las 5 de la tarde del domingo 11 de septiembre, un helicóptero artillado del Batallón Nueva Granada realizó un desembarco de tropa, en el que se presentaron ametrallamientos indiscriminados. En esos hechos fue impactado el señor Álvaro Rincón, afiliado a la junta de Acción Comunal de la vereda.
“Rincón resultó herido y posteriormente rematado, por uno de los militares dentro de su propia vivienda”, afirma la denuncia.
Esta versión fue confirmada por Juan Hincapie, miembro de la Asociación Agrominera del Sur de Bolívar -Asamisur-, quien aseguró que “un escuadrón del Ejército Nacional desembarcó en el punto conocido como cuatro vientos y, sin mediar palabra, al verlo con la niña en sus brazos le dispararon. Primero le causaron una herida y, cuando dejó a la niña para manifestar que no dispararan que se trataba de un civil, siguieron disparando indiscriminadamente, sin ningún tipo de piedad.
En ese momento, afirmó Hincapié, la comunidad se acercó al lugar, donde se encontraba el cuerpo sin vida de Álvaro y, a su lado, la familia llorando. “El Ejército, al percatarse de que había cometido un error, buscó la forma de coger el cuerpo y retirarlo de la zona”, señaló.
“No fue un cruce de bala, no fue un bombardeo tenemos todas las evidencias, las fotografías en las que se puede confirmar que lo mataron en la puerta de la casa”, aseguró Hincapié.
La respuesta es represión
La denuncia relata que la comunidad indignada rodeó el cadáver, exigiendo el esclarecimiento de los hechos. La reacción de la Fuerza Pública fue solicitar el arribo de miembros del Escuadrón Móvil Anti Disturbios –Esmad-.
A propósito, Juan Hincapié aseguró: “Eran 40 hombres del Esmad los que llegaron en helicóptero y empezaron a disparar con balas de goma, asfixiando niños, golpeado mujeres, quitaron teléfonos, dañaron motos. Además se llevaron el cuerpo de Rincón”.
Luego de los incidentes, no fue posible que una comisión de Derechos Humanos llegara a la zona para verificar lo ocurrido. Hoy se cree que el cuerpo está en Bucaramanga, donde habría sido llevado para practicar una autopsia.
Finalmente Hincapié sentenció a propósito de la paz que “de por si la gente no cree mucho en el asunto y afecta demasiado porque después de la firma del acuerdo que sigan matando la gente… La paz está muy lejos de verse…”.
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