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 Ya lo dijo el propio preparador José Néstor Pékerman: James Rodríguez es un futbolista extraordinario, al referirse a la actuación del astro madrilista en el empate a uno ante Chile, en la eliminatoria mundialista de Sudamérica.

 

Sí, porque en fútbol Colombia se llama James, así de simple. Aún en su etapa de recuperación, tras una prolongada rehabilitación fuera de las canchas por una lesión, reapareció todavía sin estar a tope en el Estadio Nacional de Santiago para cambiarle el ritmo a la selección.

 

Tras un primer tiempo en el que el conjunto cafetero se movía apagado y el cual cerró con un desmoralizante gol rival de cabeza en el área chica, a cargo de Arturo Vidal, la suerte parecía echada para un tricolor que venía en picada desde la derrota ante Uruguay hace apenas semanas por 3-0.

 

Pero como en un acto de magia, se plantó el volante zurdo merengue con una genialidad de pies contrario para cambiar el estado de las cosas en la etapa complementaria y concretar el empate, que a esa altura ya parecía imposible.

 

En lo adelante Colombia fue otra, como la del último Mundial de Brasil, con dominio, con un ataque e ímpetu despiadado, en busca de goles a toda costa.

 

Carlos Alberto El Pibe Guadarrama, otrora gloria del fútbol nacional, lo dijo en una polémica pública en torno a la lamentable derrota ante los charrúas: a Colombia lo que le hace falta es un líder, un capitán que tenga los calzones bien puestos.

 

Y ese no es otro que Rodríguez, quien con su temperamento calmado, convincente y su cara de buena gente, supo seducir a sus compañeros del equipo e inducirlos en el ánimo del "si se puede".

 

Para muchos el partido pudo haberse hasta ganado, si no fuerahubiese sido por el principal paraguayo Antonio Áreas, con dudoso desempeño en el juego.

 

Pékerman, quien rara vez protesta decisiones arbitrales, lo consignó en la conferencia de prensa posterior al cotejo: Hubo dos jugadas que pudieron ser penales y también una falta previa que anulaba el gol de Chile.

 

Los colombianos, aún sin quitarse el polvo del camino, tienen el martes otra tarea de mucho mayor envergadura, cuando enfrenten a Argentina en el estadio Metropolitano de la caribeña y calurosa Barranquilla.

 

Aunque la afición local no deja de considerar la gran valía de los albicelestes de Lionel Messi, muchos piensan que con la recuperación registrada en Santiago, con toda la afición a favor y -sobre todo- con James presente, los cafeteros pueden dar la sorpresa.