A solo un mes de la inauguración en esta Ciudad Maravillosa de los Juegos Olímpicos Río 2016, Brasil activará hoy una compleja e inédita operación de seguridad en la cual estarán involucrados 85 mil efectivos.
El alistamiento operacional de las fuerzas encargadas del cuidado y protección de las áreas de competición y la puesta en marcha del Sistema Integrado de Comando y Control, serán las dos acciones que marcarán el inicio de los procedimientos en uno de los ámbitos que mayor preocupación genera.
Del total de efectivos destinados a garantizar la seguridad durante las Olimpiadas, 47 mil pertenecen a las fuerzas de seguridad pública y los restantes 38 mil integran las Fuerzas Armadas.
Por primera vez en la historia olímpica, en Río 2016 funcionará un centro de inteligencia que reunirá a especialistas de más de 100 países, quienes contarán con el apoyo de un satélite israelí de alta resolución, el cual posibilita tanto el reconocimiento del espacio aéreo como el monitoreo de todas las áreas donde transcurrirán los juegos.
Según el Ministerio de Defensa, el ingenio operará a una altitud de 450 kilómetros y tendrá una definición de 50 centímetros, lo cual permitirá identificar hasta las placas de un automóvil si fuera necesario.
Río, además, será vigilado desde lo alto por tres aviones no tripulados (dos de la Aeronáutica y uno de la Policía Federal) equipados con sistemas electro-ópticos, que permiten obtener imágenes nocturnas y realizar filmaciones en alta definición.
Mas, pese a todo ello, las luces de alarma permanecen encendidas.
Además de la violencia urbana, la mayor preocupación deriva, sin duda alguna, de la acción de los llamados lobos solitarios, reconoció en declaraciones al diario Valor Económico el subsecretario de Estado de Comando y Control de la Secretaría de Seguridad, Edval Novaes.
Ese es el gran riesgo hoy, no solo aquí, sino en cualquier lugar del mundo, señaló el alto funcionario y remarcó que acciones (individuales) como esas son siempre mucho más difíciles de prever y detectar que las coordinadas por grupos terroristas.
Resulta también preocupante el hecho de que en el transcurso de este año los robos callejeros en el estado de Río de Janeiro crecieron el 95 por ciento respecto al primer semestre de 2006, pasando de 24 mil 895 a 48 mil 429. O sea, como promedio en las calles ocurren 13 hurtos por hora.
Por otra parte, ayer la Federación Nacional de Policías Federales alertó sobre la producción, por parte de la Casa de la Moneda, de una serie de pasaportes sin la perforación de la numeración, lo cual -dijo- coloca en riesgo la seguridad de los Juegos Olímpicos.
En una nota difundida por la Agencia Brasil, la entidad manifestó ver este hecho con preocupación, pues la falta de este ítem facilita la falsificación del documento y con ello la posibilidad de que delincuentes y terroristas entren y salgan del país con mayor facilidad.
De cualquier modo, sostuvo en fecha reciente el titular de la cartera castrense, Raúl Jungman, desde los primeros días de julio Río de Janeiro tendrá un esquema ostensivo y visible de seguridad, que garantizará poder celebrar una gran fiesta deportiva no solo con alegría, sino también con tranquilidad.