Aviso

 

Al decir de algunos comentaristas la dupla Biden/Duque monto una aplanadora para imponer el plan de fumigaciones de los cultivos de coca, marihuana y amapola con el glifosato (https://bit.ly/3spWRuI ) que se entrara a ejecutar en pocos días con graves daños a la salud de los campesinos (produce cáncer letal), al medio ambiente (destruye fauna, flora, recursos hídricos), a los territorios indígenas y afros y a la legitimidad de las instituciones públicas.

El gobierno ya ha seleccionado los polígonos correspondientes para las operaciones de aspersión en los siguientes territorios:

Zona 1: Meta, Guaviare y Vichada.

Zona 2: Caquetá y Putumayo

Zona 3: Cauca y Nariño

Zona 4: Antioquia, Bolívar, Córdoba y Santander

Zona 5: Norte de Santander – Zona del Catatumbo (Destacada como la zona con más cultivos)

Zona 6: Chocó y Valle del Cauca.

En todos los 14 departamentos hay presencia de grupos armados al margen de la ley y algunos de sus territorios tienen campos minados.

Sumado está la inclusión de equipos de rastreo y georreferenciación satelital de cuarta generación (Inteligencia artificial) que darán mayor precisión, los cuales se acoplan a programas especiales que tienen los aviones AirTractor -AT802 de la Polícia, dispuestos para tal fin (https://bit.ly/3agzwVN ).

Según tal relato del periodismo de los servicios de inteligencia gringos y alemanes, esa aplanadora tiene el camino despejado para entrar a destruir los cultivos de coca de miles de familias que obtienen su sustento de tal economía, ante la ausencia de una política de desarrollo integral del sector agrario nacional que incluye una reforma en la propiedad de la tierra para democratizarla y ante el estrepitoso fracaso de la estrategia de sustitución voluntaria que se pactó con cerca de 100 mil familias en cumplimiento de los Acuerdos de paz de La Habana, y que corresponde a un mandato constitucional, pues dichas coincidencias fueron incorporados al texto superior del ordenamiento jurídico nacional.

Además, con un factor a su favor derivado de la supuesta debilidad e impotencia de las organizaciones agrarias y de los cocaleros que presentan dispersión, falta de coordinación y contradicciones, lo que corresponde a un viejo liderazgo cargado de vicios y corrupción, ignorando que en el campo de la movilización social del campo hay nuevos factores de articulación y coordinación que muestran gran disposición para la protesta ante la bárbara arremetida de la ultraderecha prohibicionista que descarta esquemas alternativos para resolver el problema del narcotráfico y el consumo de alucinógenos con graves daños en la salud.

La que en realidad resulta un verdadero monstruo con pies de barro es esta estrategia suicida y criminal de aspersión de miles de hectáreas que le generan los recursos de vida a cientos de personas ubicadas en la zona de frontera agrícola.

Tan cierto que el Plan de aspersiones está cargado de trampas e ilegalidades que seguramente las mismas darán al traste con este esperpento tanto en los ámbitos judiciales como en los del campo político donde se presentarán huelgas, marcha y bloqueos en los próximos días.

Uno de los aspectos más grotescos de todo esto es la adulteración de la Acción de tutela que el gobierno proyecto con el Decreto 333 del 6 de abril de 2021 (https://bit.ly/3smyE8s ), por el cual se modifican los artículos 2.2.3.1.2.1, 2.2.3.1.2.4 y 2.2.3.1.2.5 del Decreto 1069 de 2015. Éste es el Decreto Único Reglamentario del sector Justicia y del Derecho. Las alarmas no esperaron en activarse, pues, entre otros asuntos, estableció: “12. Las acciones de tutela dirigidas contra las actuaciones del presidente de la República, incluyendo las relacionadas con seguridad nacional, así como, las actuaciones administrativas, políticas, programas y/o estrategias del Gobierno nacional, autoridades, organismos, consejos o entidades públicas relacionadas con la erradicación de cultivos ilícitos, serán repartidas para su conocimiento en primera instancia, al Consejo de Estado” (https://bit.ly/3uZkdZL ).

Abusando de sus facultades el señor Iván Duque le torció el pescuezo a la Acción de Tutela para ponerle trabajas a dicho mecanismo protector de los derechos y garantías de las comunidades, que mediante diversas acciones de tutela paralizaron las fumigaciones por decisiones del Tribunal Administrativo de Nariño que atendió un reclamo de los resguardos de dicho departamento y de las Sentencias y Autos de la Corte cuando se pronunció sobre la misma materia frente a una acción impetrada por el Personero del municipio de Novita, en el departamento del Choco.

Es muy probable que en el futuro un juez de la republica anule está sucia jugada que paso al Consejo de Estado el pronunciamiento sobre las demandas a las fumigaciones con glifosato, órgano que Duque estima más proclive a las decisiones de la Presidencia.

A lo anterior hay que sumar que el Decreto que reglamenta las fumigaciones desconoce abiertamente normas constitucionales en materia de paz como lo ha señalado claramente la Corte Constitucional en sus recientes autos sobre este delicado asunto.

Nepomuceno Marín