El pasado 1 de enero del presente año, en el corregimiento de Las Guamas, municipio de San Pelayo, departamento de Córdoba, Colombia, sucedió un lamentable hecho que tiene muy consternada a esa población campesina.
En la fecha señalada, en un lugar de departimiento de bebidas alcohólicas conocido como "Papa Upa", se encontraba Luis Fernando Rivera Mestra junto a unos amigos. Rivera Mestra, de 36 años, era trabajador de almacenes Makro, en la ciudad de Montería, capital del Departamento de Córdoba.
En el lugar se presentó una trifulca entre el capitán del ejército, Leiber Burgos Durango y el efectivo policial, Cristian Daguer Humanez. Los motivos del pleito no están muy claros aun, pero el caso es que Rivera Mestra intentó mediar y el capitán Burgos Durango le disparó en la cabeza causando su muerte instantáneamente.
Según lo que han podido conocer los familiares del occiso, Leiber Burgos Durango, capitán del ejército colombiano, es plaza de la brigada XI, del comando 7 de Villa de Leiva. El oficial huyó del lugar con la ayuda de una civil que responde al nombre de Loraine García, quien iba al volante del vehículo en que escaparon.
Las Guamas y pueblos vecinos claman por justicia
Familiares de Luis Fernando, amigos, vecinos y coterráneos en general, expresan el clamor porque este crimen no quede sin castigo. El principal temor que tienen es que el asesino es un oficial del ejército y, dicen, que están en un país en donde policías y militares gozan de total impunidad.
Un familiar, cuya identidad prefiere mantener en reserva por ahora, dijo que "En Colombia los militares masacran, violan derechos humanos, y gozan del amparo total del Estado, que además les llama heores de la patria. Nos duele mucho el asesinato de Luis Fernando, un muchacho del pueblo, solidario, familiar, trabajador, cuyo pecado fue intentar evitar que se agudizara un lio entre un militar y un policía"
El temor de los guameros no es para nada infundado, pues no son pocos los casos o ejemplos en los que crímenes de este tipo quedan sin castigo. Para ello hay todo un contexto de brutal represión estatal y paraestatal contra distintas expresiones de luchas y reclamos genuinos de la población, en donde las masacres contra dirigentes campesinos y líderes sociales marca la pauta trágica, y cada gobierno de turno, así como el conjunto del sistema judicial se hacen de la vista gorda, ante este auténtico flagelo que no para.
La respuesta de la comunidad
Por un lado, los familiares de Luis Fernando comenzaron el proceso debido desde el punto de vista jurídico, aunque ante las preocupaciones expresadas, en conjunto con la comunidad están organizando actividades de movilización apuntando a la exigencia de que el perpetrador del crimen sea detenido y enjuiciado. En ese sentido para el próximo sábado 16 de enero se ha convocado a una marcha en el pueblo de Las Guamas, con claras consignas alusivas a que se haga justicia y a manifestar todo el rechazo ante el abominable hecho.
Se ha convocado el apoyo de medios de comunicación a nivel nacional e internacional a fin de mantener viva y dar a conocer esta campaña; de igual forma hay quienes han expresado que lo fundamental es mantener activa la movilización como demostración de fuerza y hartazgo ante la realidad de que la población civil, a través de distintas circunstancias, sigue engrosando las cifras de muertos a manos de los cuerpos de seguridad del Estado militarista y policial colombiano.
Arguyen habitantes de Las Guamas que no se puede ver el asesinato de Luis Fernando Rivera Mestra de manera aislada de las condiciones represivas que impone un régimen como el que impera en Colombia: antiobrero, antipopular y profundamente criminalizador de la pobreza, lo cual queda retratado en el hecho de que Rivera Mestra era un trabajador y su asesino un oficial militar, que se siente con la prerrogativa de accionar su arma contra un civil pues presumiblemente será respaldado por los organismos que corresponde.
La lucha está abierta y las exigencias de justicia tienen a todo un pueblo como protagonistas. En conjunto con el abogado responsable, los guameros están por la labor de que el responsable de este terrible crimen pague.