La inseguridad y la violencia en Colombia suman en lo que va de año unas 59 masacres en todo el país, según Indepaz.
El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) de Colombia, denunció este viernes una nueva masacre ocurrida en el corregimiento Aguas Claras de Ocaña, Norte de Santander, con un saldo de tres jóvenes asesinados.
De acuerdo a la información ofrecida por la entidad, la masacre se produjo en horas de la noche del jueves. En la misma resultaron muertos los jóvenes Saúl García Cárdenas y Haider José Santiago Ortega, de 29 años; y Elmer Ortega, de 31.
Indepaz reveló en un informe el jueves último que el número de masacres registradas hasta el momento es de 58 en las 36 semanas del año 2020. La nueva masacre en el corregimiento Aguas Claras de Ocaña, sería la número 59 y la sexta en Norte de Santander.
Asimismo, el informe de Indepaz se emitió justo cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) mostró su "profunda preocupación" ante los recientes asesinatos colectivos que se han dado en Colombia. Estos asesinatos, según la entidad, niegan la "reducción de la violencia" declarada tras los Acuerdos de Paz que el Estado firmó en 2016 con la guerrilla de las FARC-EP.
La secretaria general adjunta de Naciones Unidas para Asuntos Políticos, Rosemary DiCarlo, expresó al respecto: "Seguimos profundamente preocupados por la inseguridad que impacta la vida de tantos colombianos en las zonas del país".
Según Indepaz, en estos hechos violentos han muerto 230 personas, lo que representa que casi por cada día del año ha muerto una persona en medio de una masacre. Antioquia marcha al frente de la estadística con 13 masacres, seguido de Cauca y Nariño, con ocho cada uno.
Esas cifras crecientes, son motivo de preocupación para DiCarlo, quien valoró: "Los asesinatos y las amenazas contra líderes sociales, excombatientes y mujeres y jóvenes son una amenaza para la paz".
Los datos aportados por Indepaz y las declaraciones de DiCarlo confirman el clima de inseguridad y violencia que vive el país, en donde las bandas armadas paramilitares se disputan las rentas de los cultivos ilícitos.