Jonathan Isaac García Pabón, Presidente de la Junta de Acción Comunal – JAC- del barrio Scalabrini (zona periférica de Cúcuta) fue amenazado de muerte hace dos semanas. Esto lo ha llevado a dejar forzadamente su vivienda y a su familia. Con 25 años de edad, Issac García es un líder comunal y juvenil que también hace parte del Comité Ejecutivo de la Mesa Municipal de Víctimas y es representante de los jóvenes en el Consejo Departamental de Paz.
Diferentes organizaciones sociales y populares (entre las que se encuentra Colombia Informa) apoyan a este líder social y exigen las garantías necesarias para preservar su vida.
Gracias a las denuncias hechas por el propio García Pabón ante la Personería, la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía y la Seccional de Investigación Criminal -Sijín- de la ciudad, el Gobernador y Senadores por el Departamento Norte de Santander han solicitado acompañamiento policial permanente para Isaac García.
Habitantes de Cúcuta y personas que conviven con el quehacer diario de Isaac García hacen un llamado urgente a los organismos pertinentes para preservar la vida de líderes y lideresas sociales.
¿Por qué amenazan a Isaac García?
En días pasados, el Presidente de la JAC de Scalabrini denunció acerca de la frecuente inseguridad que sufre la Comuna 7 (conformada por los barrios José Bernal, Crispín Durán y Scalabrini). Este territorio ha sufrido un alza en los índices de violencia.
“En los últimos dos meses casi que a diario se han presentado atracos a los alrededores del colegio Scalabrini, el hecho más grave fue hace un mes cuando a las mamás que hacían cola para reclamar el PAE – Programa de Alimentación Escolar -, dos hombres en moto les robaron sus celulares, dejando a familias sin herramientas para clases virtuales”, denunció mediante una publicación de Facebook Isaac García.
En otras publicaciones hechas en sus redes sociales, se puede ver cómo García llama la atención de las autoridades y del país sobre los robos y las amenazas que han vivido otros presidentes de Juntas de Acción Comunal en barrios aledaños a Scalabrini. “En Cúcuta el asesino invisible no es el Covid-19 sino el crimen que hace de las suyas ante la vista ciega de las autoridades”, expresó. En los siguientes días, Isaac García fue perseguido y asediado por encapuchados que lo amenazaron.
Además de su denuncia constante sobre la inseguridad que se vive en toda Cúcuta, desde su llegada a la Presidencia de la JAC en Scalabrini, García ha estado denunciando la corrupción que se presentan en las instituciones encargadas de prestar sus servicios al sector y también ha trabajado para que las ayudas del Gobierno lleguen a este barrio periférico.
Amenazas a líderes y lideresas en Cúcuta
Se conoce que el Edil de la Comuna 3 de la ciudad, Carlos Fernando Camacho, se encuentra intimidado por unas llamadas extrañas que ha recibido a su celular. “Llaman de un teléfono que es número desconocido, voz de hombres, es masculina, dicen palabras gruesas y me quedé callado”, denunció.
Durante años, los grupos paramilitares presentes en el territorio se han encargado de callar y silenciar con balas a quienes denuncian las injusticias que se viven a diario con asesinatos, judicializaciones a líderes sociales, amenazas y desplazamientos forzados. Todo esto continúa incluso a pesar de la pandemia de la Covid-19.
Enrique Pertuz, Director General de la Corporación Red Departamental de Derechos Humanos de Norte de Santander –CORPOREDEH-, cuenta que “se pensaba que con el confinamiento debido a la pandemia del Covid-19, la violencia en la ciudad y en el departamento iba a disminuir. Los indicadores nos señalan día a día que esa violencia ha sido persistente y ha estado paralela, son más frecuentes atracos, amenazas y asesinatos. Los últimos hechos recientes nos demuestra que el crimen de la ciudad, el aumento de los delitos y las dinámicas de la violencia se ha mantenido, una dinámica que ha venido cobrando vidas de líderes y defensores de DDHH”.
La inseguridad es evidente en los barrios y comunas de la ciudad. La Presidenta de la JAC del barrio Camilo Daza, Hilda María Torrado, comenta cómo “un hombre joven que recién llegó al barrio ya se ha robado 15 contadores del agua, ocasionado un gran daño a las familias de escasos recursos que viven en ese sector en el occidente de Cúcuta”. Y todo queda en la impunidad.
Cúcuta y violencia
El Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, organización de la sociedad civil surgida en julio de 2002, lanzó un estudio sobre las 50 ciudades más peligrosas del mundo. Cúcuta se encuentra en el puesto 44. La violencia y la inseguridad que se viven en la ciudad no han disminuido a pesar del aislamiento preventivo obligatorio.
Fuente: Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal.
El Decreto 749 de Aislamiento Preventivo Obligatorio, expedido por Iván Duque debido a la pandemia de la Covid-19, no se ha cumplido a total cabalidad. Al contrario, se han incrementado asesinatos, amenazas y ejecuciones extrajudiciales en zonas rurales del país. Todo esto sumado a las dificultades económicas que viven las familias.
En Cúcuta líderes y lideresas comunales son constantemente amenazadas por su trabajo comunitario y por las denuncias presentadas sobre el microtráfico. Este es un tema de seguridad muy serio que vive la “Ciudad Frontera”.
El 35% de los barrios en esta urbe son asentamientos humanos. La población que habita allí no tiene acceso a vías, alcantarillado, educación, salud o demás derechos básicos de cualquier ciudadano.
Al ser una de las principales fronteras con Venezuela, Cúcuta es una ciudad estratégica para las diferentes organizaciones criminales de Colombia. Estas a diario se disputan el control poblacional, territorial y económico. Por lo tanto, el contrabando de armas, el secuestro, la extorsión, los pagos de vacuna y las desapariciones forzadas hacen parte de la constante violencia presente en el territorio.
CI ACh/PC/29/06/2020/16:00