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El pasado domingo el canal Caracol, en su programa periodístico “Séptimo Día”, presentó el crudo drama que viven varios obreros de la industria petrolera que desde hace varios años reclaman su pensión, tras sufrir enfermedades y accidentes que los dejaron incapacitados para trabajar, razón por la cual desde hace dos semanas doce de ellos se encuentran encadenados en las afueras del Palacio de Justicia de Neiva, Huila.

 

Ver reportaje de “Séptimo Día”

Ver también el reportaje que el 24 de marzo de 2015 publicó la Agencia de Información Laboral sobre el tema

Pues bien, para avivar más su dolor y su drama, tres de estos trabajadores encadenados: dos hombres y una mujer, decidieron ayer lunes coserse también los labios, esperando con ello que, por fin, alguna entidad del estado responsable de su situación les preste atención.

Ellos son Benicio Medina Tello, Wilson Alirio Muñoz Espinosa y Diana Goretti Benavides Vega, ésta esposa de John Carlos Ninco Bonilla, trabajador de Petrowork y presidente de la Asociación de Trabajadores Discapacitados de la Industria Minero Energética (Asotradeimene), quien también hace parte del grupo de los encadenados.

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Wilson Alirio Muñoz E.         Diana Goretti Benavides V.         Benicio Medina Tello.

Los otros encadenados son: Luis Upegui Cabrera, Carlos Alberto Sosa Flórez, Uriel Armando Tovar Gómez, Dagoberto Urbano Castilima, y César Augusto Conde Rodríguez, todos trabajadores de Petrowork; Jaiber Ninco Laso y Armando Arias Hernández, de la empresa Varisur; Carlos Adolfo Lemus Ramos, de la petrolera Independence, Miller Silva Polanía, de Metal Park, y Julio César Pérez Cabrera.

No funciona el Estado

Según John Carlos Ninco, vocero de Asotradeimene, el Ministerio de Trabajo conoce su situación desde hace 3 años, pues en todo este tiempo ante esa entidad han interpuesto múltiples demandas, a fin de que se les reconozca su pensión por discapacidad. También han realizado huelgas de hambre y manifestaciones públicas, sin que hasta ahora el Ministerio ni las Aseguradoras de Riesgos Laborales (ARL) a las que están afiliados hayan hecho algo para resolver su situación.

“Han dejado vencer los términos y ahora están archivando las investigaciones administrativas. Por eso yo digo que lo que ha habido es una red criminal detrás de los despidos”, afirmó categórico Ninco.

“Los patrones tienen un poder económico y social muy grande, superior al nuestro. Compran testigos, distorsionan pruebas, y todo eso hace que los trabajadores enfermos y discapacitados terminen por renunciar a sus reclamos. Es una pelea de tigre con burro amarrado”, agregó.

Según él, las ARL tampoco cumplen, todo el tiempo tratan de evadir sus responsabilidades. “El proceso de las ARL es demasiado malo. Primero, no quieren responder cuando una persona se accidenta, le dan una indemnización, pero si el trabajador tiene una recaída y el médico lo vuelve a incapacitar, o le hacen alguna cirugía, entonces la ARL dice que ya fue indemnizado y que con eso tiene que sobrevivir el resto de su existencia”, explicó.

Es el caso de los trabajadores que hoy permanecen encadenados en las afueras del Palacio de Justicia de Neiva, afirma Ninco. Muchos de los que pertenecen Asotradeimene –69 en todo el país– no solo fueron despedidos por las empresas en estado de incapacidad y enfermedad, sino que para ello contaron con la autorización de empleados del Ministerio de Trabajo, quienes tras retirarse como funcionarios de esta entidad pasaron a laborar para las firmas de abogados de las mismas empresas que los despidieron.

“Aquí en el Huila no funciona el Estado y la corrupción es total. No sirve la Procuraduría, ni la Defensoría del Pueblo ni el Ministerio de Trabajo”, aseguró. Por tal razón decidieron encadenarse a la puerta del Palacio de Justicia de Neiva, pues la mayoría son de esta región. Y desde ayer lunes 3 de ellos decidieron coserse los labios.

Ninco Bonilla sufrió amputación de su pierna izquierda en diciembre del año 2008, tras un grave accidente que tuvo cuando trabajaba para la empresa Petrowork SAS, como cuñero de una máquina de perforación petrolera en Campo Rubiales. Pero no solo perdió su pierna, también su tranquilidad y seguridad económica.

En un principio la empresa Petrowork lo reubicó, pero en vista de que su incapacidad era casi total lo retiró de la producción y lo mantuvo sin ninguna función. También lo trasladaron a Cundinamarca, lejos de su hogar, con la intención de indisponerlo y hacerlo renunciar. Pero él decidió dar la pela para impedir el cometido de la empresa, algo que hasta ahora lo ha logrado. Es más, con un grupo de trabajadores enfermos y lisiados como él conformó la asociación Asotradeimene, para lo cual en un principio contó con el apoyo de la USO, subdirectiva Huila.

Hoy solicitan la solidaridad de las personas que quieran ayudarlos. El número de la cuenta de ahorros de la Asociación es 076–212147–85 de Bancolombia, a nombre de John Carlos Ninco Bonilla, C.C. 7699.665, de Neiva.

Publicado 3 de mayo de 2016.