Aviso

¡Atacan a la movilización! Gobierno Duque alista ofensiva definitiva contra la protesta social. ¡El borrador ya está listo! A este decreto borrador se suma ahora el Decreto 003 de 2021 firmado el 5 de enero de 2021 – Protocolo de acciones preventivas, concomitantes y posteriores, denominado «ESTATUTO DE REACCIÓN, USO Y VERIFICACIÓN DE LA FUERZA LEGÍTIMA DEL ESTADO Y PROTECCIÓN DEL DERECHO A LA PROTESTA PACIFICA CIUDADANA«. 

Los últimos dos años, Colombia ha visto en las calles, la agudización de la lucha clases. Pese a todo, hay un movimiento social radicalizado que ha optado por seguir el camino de la movilización permanente, aun con dirigencias reaccionarias que al día de hoy buscan un pacto histórico con el establecimiento.

 

El exterminio de opositores que perpetra el régimen persigue “asesinar en la cuna” a fuerzas alternativas que  pueden sacar del poder a la dictadura mafiosa dominante;  pero este Genocidio político se demuestra incapaz de contener las crecientes luchas por paz y transformaciones en Colombia.

La brutalidad policial, el trato de guerra a la protesta social derivado de la Doctrina de Seguridad del Enemigo Interno vigente en Colombia, llevaron a que el 2020 sea considerado el año más sangriento en las últimas décadas.

Durante el 2020 asesinaron 310 líderes y 64 ex combatientes, perpetraron 93 masacres que arrojan 375 víctimas, y cometieron 78 crímenes de Estado contra civiles [1]. Todo indica que la matanza contra el movimiento social continúa. En los 3 primeros días del 2021 ya han asesinado a 4 personas (2 líderes, 1 ex combatiente y 1 familiar).

acuerdo de paz 

Al cumplirse 4 años de la firma de los Acuerdos de paz entre el gobierno del señor Juan Manuel Santos y un sector de las Farc (el de Timochenko e Ivan Márquez) han surgido diversos análisis sobre dicho acontecimiento y sobre el fenómeno de la violencia y la guerra en Colombia.

Casi todas las reflexiones se enfocan en el proceso de implementación de cada uno de los temas incluidos en el texto del pacto para resaltar su evidente fracaso, salvo por la desmovilización y entrega de armas de casi 14 mil combatientes de la resistencia agraria, asunto que era de la mayor prioridad de la elite dominante, representada por el señor Santos y su equipo negociador en La Habana, y también para Timochenko, Lozada y la vieja rosca enquistada en la dirección política de la guerrilla de Marulanda, articulada a los servicios de inteligencia de las Fuerzas Militares y de la policía.

La destrucción de los elementos programáticos de los pactos de paz del Teatro Colon (2016) no son solo obra del uribismo y del actual gobierno de Duque, también es la consecuencia de la maniobra artera de la administración del señor Santos, quien acudió a varios artilugios para impedir una paz

 

Al finalizar el 2020 cumplió 4 años de firmado el Acuerdo de Paz con las FARC, que para las élites dominantes ha constituido un éxito, pero para Colombia no lo es.

Para la minoría que manda en el país, el post Acuerdo le sirve para no asumir responsabilidad por el estado de Guerra en que mantiene a Colombia, con el que extermina a sus opositores buscando que nada cambie en la vida del pueblo. Para lograr este resultado el régimen al principio se complementaba con la mafia, hasta que esta terminó convirtiéndose en la facción burguesa hegemónica, experta en corromper y matar para perpetuarse en el poder.

Este modelo de pacificación oligárquico, que solo sirve a una minoría, es un desastre y a la vez un reto para la gran mayoría que hoy exige Paz con justicia social y cambios, en una ruta de Solución Política del Conflicto que garantice acabar con la corrupción, el empobrecimiento, la depredación ambiental, el sometimiento a intereses foráneos y sacar la violencia de la política.

 Tras los asesinatos se encuentran los intereses de la industria del narcotráfico y el agronegocio, las cuales reciben el apoyo incondicional del régimen uribista de Iván Duque y los altos mandos de las FFAA

Prácticamente en los descuentos de 2020 fue asesinado el líder campesino Norbey Antonio Rivera, en Popayán, departamento del Cauca.

La Asociación Campesina de Trabajadores de Argelia, Cauca, informaron que Rivera «desde muy joven aportó a nuestro trabajo social y campesino. Norvey había anunciado con anterioridad haber recibido amenazas, por esa razón se había desplazado del corregimiento del Plateado a la ciudad de Popayán, donde fue asesinado».

La agrupación también indicó que «actualmente, las organizaciones sociales, los líderes y lideresas hemos recibido constantes amenazas por parte de grupos armados que disputan el territorio. Organizaciones, como el Coordinador Nacional Agrario, CNA, fueron amenazados, asesinados algunos de sus dirigentes, y despojados».