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Reparar y producir los bienes que antes se importaban es lo que ha tenido que hacer Venezuela en los últimos años para enfrentar la difícil situación económica, recrudecida por las sanciones impuestas por EE.UU. en su contra.

Como lo recogió el reciente informe de la relatora de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Alena Douhan, las medidas coercitivas unilaterales de Washington  han tenido "un efecto devastador"catastrófico" sobre la vida de los venezolanos.

El bloqueo económico, que ha afectado principalmente a las industrias petrolera y minera, también ha causado el congelamiento de los activos de Venezuela en el exterior, imposibilitando el uso de esos recursos para la compra de alimentos, medicinas y bienes esenciales para la producción interna.

Estas sanciones, según la relatora —que estuvo casi dos semanas en el país suramericano—, "han exacerbado la situación económica y humanitaria preexistente al impedir la generación de ingresos, el uso de recursos para desarrollar y mantener la infraestructura para los programas de apoyo social".

El Metro de Caracas

Ante la reducción de 99 % del ingreso en divisas al país, cuya principal actividad económica es la exportación de petróleo, Venezuela ha tenido que destinar apenas el 1 % de su renta disponible para paliar el devastador efecto de las sanciones.

 

La falta de ingresos, que ha dificultado el acceso a los alimentos, al sistema de salud y los servicios públicos de calidad, también ha hecho que hayan surgido problemas con el mantenimiento de la infraestructura del país.

Uno de los casos más emblemáticos es el del Metro de Caracas, sistema de transporte subterráneo fundado a mediados de los años 80, que moviliza diariamente a unas dos millones de personas, a costos totalmente subsidiados por el Estado.

Reparación propia

En esa empresa estatal, los trabajadores se enfrentan a varios desafíos para mantener el servicio público, aún con la falta de partes y repuestos.

Los vagones del Metro de Caracas operan con tecnología de la compañía francesa Alstom y de la empresa española Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF), por lo que sus piezas eran importadas antes del bloqueo.

El jefe de mantenimiento del Metro de Caracas, José Herrera, explicó a RT que actualmente desarrollan un proyecto que tiene previsto rehabilitar 22 trenes. Hasta el momento, han puesto en funcionamiento dos unidades.

"Estamos cambiando todo el sistema de aire acondicionado, de motores, de potencia, de frenado y de tracción", contó.

 
La gente espera el tren subterráneo en una estación de Caracas, Venezuela, el 4 de abril de 2019Yuri Cortez / AFP

Buena parte de los trabajadores realizan largas jornadas laborales para suplir a quienes han renunciado en busca de mejoras salariales, frente a la caída de la moneda nacional.

Recientemente, el Gobierno venezolano anunció el incremento del pasaje de sistema y el uso de unas tarjetas electrónicas para el pago automatizado, con la finalidad de mejorar el servicio y los sueldos de los trabajadores.

El caso de Conviasa

La aerolínea estatal Conviasa, que fue sancionada en febrero de 2020, no solo ha tenido que hacer el mantenimiento de sus aviones en el país, sino que ha cumplido un hito: producir dos aeronaves experimentales que espera certificar próximamente.

El viceministro de Transporte Aéreo, Ramón Velásquez Araguayán, dijo a RT que la empresa se encargó de la creación, fabricación y diseño de los aviones 'Simón Bolívar 100' y 'Simón Bolívar 200'.

Airline Conviasa plane departs at the Tocumen International airport in Panama City, Panama April 12, 2018.Carlos Lemos / Reuters

Además, tienen otros planes, a largo plazo, como la fabricación de drones y el desarrollo del proyecto aeroespacial Catatumbo.

Algunos de los aviones de Conviasa han sido utilizados por el Gobierno para facilitar el retorno al país de los venezolanos que han solicitado repatriación por diversos motivos, a través del plan "Vuelta a la patria".